Soy del Lobo y aprendí a superar adversidades, entonces: ¿le voy a tener miedo a San Lorenzo? Ni ahí, y menos cuando hoy copemos el Estadio Padre Martearena de Salta. Porque así será, como siempre metiendo caravana desde La Plata a cualquier parte para apoyar a las 11 camisetas del glorioso Mens Sana.
Las estadísticas me importan poco, ¿Qué nunca le ganamos por Copas Nacionales? ¿Sabés cuánto nos importa saber que en cinco oportunidades sumamos tres caídas y dos empates?.
Que juegue Ortigoza, Mas y Belluschi, quiero que estén los mejores de ellos. Que sea un incentivo, el mismo que tuvieron aquellos valientes en el año 30 que le ganaron al Real Madrid y Barcelona en sus casas.
Los mismos que hoy nos menosprecian, y nos dan por muertos, se escondían cuando el pasado 19 de octubre eliminábamos a Racing en cancha de Lanús bajo plena lluvia, mismo condimento estará presente hoy cuando Pittana haga sonar el silbato.
Hoy hay que ganar, no queda otra, como siempre a dejar al Lobo lo más alto posible. Acceder a semifinales no solo agrandará nuestra ilusión, sino que además, le entrarán al club 1.170.000 $ que vaya que la necesitamos.
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