
Sin lugar en la consideración de Orfila, Pablo De Blasis puso punto final a su segunda etapa en Gimnasia. El mediocampista decidió rescindir su contrato de manera anticipada y buscar su futuro lejos del Lobo.
Sin ser opción para Alejandro Orfila, Pablo De Blasis decidió dar un paso al costado y rescindir su vínculo con Gimnasia. El mediocampista de 37 años, quien inició su segundo ciclo en el Club a mediados de 2023, pegó el portazo en medio de lesiones, poca continuidad y bajo la lupa de los hinchas. Si bien fue una de las bases del equipo tras su regreso, el último tiempo lo encontró formando parte de los resistidos.
Aunque internamente se valoraba su experiencia, el presente del equipo exige otra intensidad y dinámica, condiciones que el propio De Blasis reconoció haber perdido. Lejos de forzar una situación incómoda, eligió tomar la mejor decisión y optó por cerrar el ciclo de manera anticipada evitando mayores desgastes.
Después de más de diez años en el fútbol europeo, De Blasis volvió a Gimnasia para disputar sus últimos años como profesional en el club que lo vio nacer. Junto a Lucas “Pata” Castro, se sumó a mediados de 2023 para reforzar al equipo de Sebastián Romero, compuesto en gran parte por juveniles. Sin embargo, fue con Leonardo Madelón cuando asumió mayor protagonismo dentro del plantel. Titular en el desempate frente a Colón en Rosario, formó parte de la lucha por la permanencia.
El triunfo ante el Sabalero llevó a que la dirigencia ratificara a Madelón en su cargo, una decisión que con el tiempo demostró ser equivocada. El DT llenó el plantel con refuerzos sin nivel, sin presente y lejos de aportar un salto de calidad. Ante ese panorama, De Blasis asumió la responsabilidad de ser el conductor de juego y se ganó la complicidad del hincha. En medio de planteos mezquinos, Madelón renunció y llegó Marcelo Méndez.
El cambio de actitud fue inmediato y la hinchada encontró en Méndez al líder que tanto esperaba. Una de las claves del buen momento fue De Blasis, que como enganche fue el cerebro del equipo y el generador de juego. Sin embargo, la crisis económica obligó a la dirigencia a desprenderse de jugadores en gran nivel, lo que atentó contra el proyecto del uruguayo. El parate por la Copa América y la falta de gestión dirigencial terminaron por estancar la levantada.
En los últimos meses de 2024, Gimnasia peleó por un lugar en las copas internacionales, pero dejó pasar resultados clave y fue eliminado por Boca en Copa Argentina. Entre lesiones y el paso del tiempo, De Blasis fue perdiendo protagonismo, y cuando le tocaba jugar, ya no era tan determinante como al principio.
A comienzos de 2025, renovó su contrato por una temporada más y comenzó la pretemporada bajo el mando de Méndez. Pero el equipo perdió sus tres primeros partidos oficiales, lo que derivó en la renuncia del entrenador. Las críticas no tardaron en llegar y, más allá del repudio generalizado, un sector de la hinchada apuntó directamente a los jugadores más experimentados, con De Blasis en el centro de las críticas. A pesar de su mal momento, Diego Flores lo respaldó como referente y volvió a ponerlo en escena. Sin embargo, su rendimiento fue muy bajo, no logró estar a la altura y terminó la primera parte del año envuelto en cuestionamientos.
El arribo de Alejandro Orfila al frente del primer equipo fue una pésima noticia para las pretensiones de De Blasis. El uruguayo lo marginó del equipo principal y ni siquiera fue parte de los relevos en los diferentes amistosos disputados en la última parte de la pretemporada. Ante esto, y lejos de ser el que supo ser en los primeros encuentros desde su llegada, el atacante tripero tomó la decisión de emigrar, cargando en su espalda 94 partidos, nueve goles y cinco asistencias.
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