
Gimnasia vendió a Rodrigo Castillo, el goleador del Lobo fue transferido a Lanús que compró el 80% de su pase en una operación que representa un buen ingreso para el Club y una nueva oportunidad del delantero.
Después de semanas de negociaciones, Gimnasia y Lanús llegaron a un acuerdo por la transferencia de Rodrigo Castillo. El delantero del Lobo firmará contrato en La Fortaleza a cambio de 1.7 millones de dólares por el 80% de su ficha. Se afianzó en el once titular durante el ciclo de Marcelo Méndez y fue el goleador de esta temporada con cinco goles. Con la llegada de Alejandro Orfila, había perdido el puesto con Jan Hurtado.
Los comienzos de Castillo se dieron en Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto, en su Santa Fe natal. Su rendimiento fue tan bueno que pasó a River sin escalas. Si bien no llegó a debutar en el club de Núñez, se consagró campeón en la cuarta categoría, cumpliendo un rol fundamental en el equipo, donde fue capitán y goleador. Tras una breve escala en Unión de Santa Fe, en 2021 llegó a Gimnasia para sumarse a la reserva de Sebastián «Chirola» Romero. Después de 23 encuentros y nueve goles, fue cedido a préstamo a Deportivo Madryn, donde concluyó un buen ciclo en la Primera Nacional y la Copa Argentina.
Su asentamiento en Primera División empezaría a tomar forma con su regreso a La Plata en 2023. «Pomelo» ya había sumado varios minutos, pero su despegue se dio cuando Marcelo Méndez asumió al frente del primer equipo en abril de 2024. El uruguayo lo eligió por sobre varios delanteros consagrados y Castillo respondió con goles desde los primeros partidos. Más allá de su rol como atacante, cumplió con creces en la presión alta y el juego sin pelota.
Si bien se vio influenciado por el mal rendimiento del equipo en el arranque de este año, el delantero de 26 años volvió a vestirse de goleador y fue clave en los pocos puntos que acumuló el Tripero en la tabla anual. La llegada de Jan Hurtado en el mercado de pases de verano sumó competencia en su puesto, y el venezolano empezó a meterle presión. Con Alejandro Orfila al mando, Castillo comenzó a perder el lugar y, hasta confirmarse su salida, formaba parte de los relevos.
Junto con Juan Pintado, Gimnasia colocó al santafesino en la lista de jugadores a vender. Si bien surgieron charlas y sondeos por el lateral uruguayo, el Granate enfocó su atención en el atacante y, después de semanas de negociaciones, logró llegar a un acuerdo con el Lobo por la transferencia de su ficha. El «nueve» armará las valijas dejando en el club 87 partidos jugados y doce goles.
Castillo se despide de Gimnasia habiendo sido efectivo en un contexto complejo, con altos y bajos tanto personales como colectivos. Supo ganarse un lugar a fuerza de sacrificio, goles y compromiso, y respondió cada vez que le tocó defender la camiseta. Su salida representa no solo un ingreso económico importante para el club, sino también una nueva oportunidad para seguir creciendo en su carrera.
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