Un sentimiento que emociona

¿Qué hago con vos, Lobito? Sentimiento sin escape posible; mi locura y más hermosa enfermedad.

El torneo ha terminado y a buena hora. Las demostraciones de juego eran patéticas en los últimos partidos a pesar de las victorias contra Talleres y San Martín. Defensa y Justicia nos dio una verdadera lección de fútbol, jugando como se tiene que jugar, con presupuesto menor de plantel en relación al nuestro. Esto da muestras de que con un componente determinado en un plantel no se puede hacer sólo lo que la calidad individual de cada jugador indica: la táctica, la estrategia, los planes de juego en cada situación de partido son trabajo, y el camino óptimo para elegir. Queremos un Gimnasia que salga a imponerse y a ganar siempre, en donde sea.

El modo Alfaro evidentemente se mantuvo. Pero ahora sí achaco actitudes a jugadores individuales: Licht, uno de los jugadores que se resistían ante el modelo técnico anterior, da más pases a los rivales que a sus propios compañeros. Para peor, es el capitán de Gimnasia, por lo cual lleva la voz cantante y de poder de mando adentro del verde césped. ¿Qué autoridad tiene para dar un sermón a un compañero cuando él es el que merece el mayor sermón? A propósito, el mayor agravante es que (si no es el más caro) es uno de los jugadores mejor pagos del equipo.

¿Momentos? Tal vez sí, tal vez no. En fin, sirve hacer un balance, pero es un nuevo proceso el que vendrá luego de que el receso llegue a su fin. Éste es el momento para que la comisión directiva construya un equipo y una manera de jugar integral. El paso de Martini y de Messera por la primera, a pesar de las caídas (lógicas, por otra parte, teniendo en cuenta el bajón del plantel) ha sido positivo, pensando en que ahora tienen que volver a dirigir a la reserva.

Gimnasia puede y va por todo, y por todos. En cuanto a club deportivo y como club social: peñas, almuerzos, cenas, encuentros, festivales se realizan por doquier en distintos puntos de la ciudad buscando la unión cada vez mayor del triperío. Y se consigue: es el camino. A la vez, una constante honra genera nuestra historia y esta comisión también así ha demostrado enorgullecerse y transmitir ese honor en los distintos acontecimientos que han dado oportunidad de que esta cuestión se manifestara, como lo fue el aniversario, por ejemplo. Un club abierto y para todos; así te quiero, Lobo.

No obstante, se ha cometido una equivocación recientemente. En relación al Bosque (todos estamos al tanto de ello): se buscó un alquiler a los vecinos de enfrente. Allí el hincha y socio puso un freno: amplia e intensa es la lucha cultural y material que el tripero en su momento llevó a cabo para defender estas tierras; las tierras sagradas. Tierras que no se pueden manchar a raíz de tanto batallar por la defensa de ese terreno y debido al grado de importancia que tiene cada centímetro del predio. Ver allí al otro equipo sería una invasión inadmisible para nuestro motor interior: sería un golpe al amor propio, a lo nuestro, a nuestra Casa. Más allá de cualquier grado económico involucrado en la cuestión o cualquier intento por hacer una sociedad más civilizada: se lleva en las venas la lucha por las tierras. El Bosque no se alquila.

Luego de analizar distintos aspectos, nos aproximamos a lo que queremos. Amplitud, llegada, diversidad. Gimnasia debe ser lo popular, debe fomentar buenos valores; debe alimentar su esencia día a día colaborando con cada tripero y siendo un ejemplo a escala mayor. Así andamos, siempre juntos, todos, por los mismos colores. Un sentimiento que emociona; el motor de la ciudad, la buena vibra: un abrazo de gol eterno, azul y blanco como nuestro corazón.

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