
Con un Bosque encendido y el liderazgo de Gastón Suso, Gimnasia venció 1-0 a Independiente y sumó sus primeros tres puntos en el Clausura, mostrando carácter, orden y una versión que ilusiona.
Con autoridad y compromiso, Gimnasia se impuso frente a Independiente por 1 a 0 en un Bosque repleto. Los dirigidos por Alejandro Orfila tuvieron un partido casi perfecto en todas sus líneas y le dieron al Lobo los primeros tres puntos del Clausura. El plantel mostró una gran versión, con jugadores rindiendo de siete puntos para arriba, y un Gastón Suso que, más allá del gol, dejó en claro que está capacitado para llevar la cinta de capitán, siendo el líder del equipo de principio a fin.
La salida de Leonardo Morales lo posicionó como el nuevo referente en defensa, y Suso parece haberse tomado en serio este papel. El ex central de Platense se puso el equipo al hombro, brindó seguridad en el fondo y fue determinante para el rendimiento de Gimnasia en la tarde de este domingo frente al Rojo. Junto con Renzo Giampaoli, quien también tuvo una actuación destacada, Suso sacó chapa, mostró liderazgo y se transformó en el pilar del equipo en los minutos más exigentes del partido. Su firmeza en los duelos, su voz de mando y su presencia en el área rival fueron claves para sostener al Lobo hasta el final y asegurar una victoria tan necesaria como merecida.
Finalizado el encuentro, el referente tripero destacó el triunfo del equipo y se emocionó al hablar de su entrega en cada compromiso; “Siempre con el corazón en la mano, en cualquier cosa que haga. Cuando deje de jugar al fútbol me dedicaré a otra cosa pero así. Con el corazón en la mano”, advirtió, dejando en claro su manera de vivir el deporte. Luego, se tomó un momento para valorar a “un grupo que te representa, que es noble”, destacando la unión y el compromiso de sus compañeros, y no dudó en recalcar que “lo de la gente fue maravilloso”, en referencia al aliento incondicional que colmó el Bosque y empujó al equipo hacia la victoria.
Este triunfo no solo representa los primeros tres puntos en el Clausura, sino también un cambio de energía dentro del plantel y en la gente. El equipo de Orfila necesitaba una muestra de carácter como esta, en la que cada jugador entendió el momento y dejó todo en la cancha. Suso, con su liderazgo, fue el emblema de una defensa que no se quebró, mientras que el resto del equipo acompañó con compromiso y actitud. Ahora el desafío será mantener esta intensidad y transformar esta victoria en un punto de partida, construyendo una racha que devuelva a Gimnasia al lugar que merece. El Bosque lo sabe: cuando el Lobo juega con el corazón, todo es posible.
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