Tarragona, el tercero

El delantero es el nuevo refuerzo del Lobo, firmó por una temporada y en las próximas horas se suma al plantel que desarrolla la pretemporada en Mar del Plata.

Con la premisa de continuar reforzando el plantel de fútbol masculino profesional, luego de las llegadas del defensor Oscar Piris y el volante Agustín Cardozo, esta vez el Lobo sumó un nuevo jugador aunque para desempeñarse en el sector ofensivo del campo de juego. En este sentido, el atacante Cristian Tarragona hizo oficial su llegada al Lobo, luego de estampar su firma en el contrato que lo ligará a la institución hasta diciembre de 2022.

Nacido hace 30 años en la Ciudad de Santa Fe, Tarragona logró cimentar una trayectoria marcada por el crecimiento y le evolución, iniciándose en el fútbol regional hasta llegar a la elite del fútbol argentino. Tras un proceso de formación en la Liga Santafesina, debutó en Primera en 2012, vistiendo la camiseta de Arsenal de Sarandí pero rápidamente se marchó a Alvear Foot Ball Club de La Pampa, que por entonces militaba en el Torneo Argentino.

Su próximo destino fue el Club Atlético Colegiales de Concordia, también del Torneo Federal, aunque tras unos meses nuevamente cambió de rumbo. En 2014 se puso la camiseta de Ramón Santamarina de Tandil, para la temporada siguiente pasó a Tiro Federal de Rosario y casi inmediatamente se mudó a San Luis para defender los colores de Juventud Unida, equipo con el que alcanzó la interesante marca de 11 goles en 16 partidos. Sus actuaciones con el elenco puntano le valieron el pasaje para regresar al fútbol de Primera en 2016, esta vez como jugador de Temperley.

Un año más tarde su destino fue Mendoza, donde siendo parte de Independiente Rivadavia volvió a registrar una buena marca goleadora que en definitiva le sirvió como pasaje para saltar al fútbol internacional, más precisamente al mexicano. Con la camiseta del Atlante disputó 24 partidos y marcó cinco goles en 2017. Culminada aquella etapa, regresó a la Argentina para ponerse la camiseta de Platense en la B Nacional y no sólo que no decepcionó, sino todo lo contrario. En el Calamar jugó 28 encuentros y anotó nueve tantos, todo un trampolín para regresar a la elite nacional. Patronato fue su nuevo club, con el que con nueve anotaciones en 24 juegos se transformó en una de sus principales figuras.

A raíz de sus buenos y más recientes antecedentes, Vélez Sarsfield apostó por él y tampoco defraudó. Teniendo en cuenta compromisos locales, de Copa Sudamericana y Libertadores, el delantero santafesino disputó un total de 67 partidos, con un saldo de 12 conquistas. Una vez finalizado su vínculo contractual con la V azulada, Pipo lo consideró como uno de los principales objetivos del mercado de pases para reforzar el ataque Tripero, situación que finalmente se consumó con la firma del contrato a partir del cual vestirá la camiseta del Lobo, al menos, hasta el 31 de diciembre de 2022.

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