Mediados de diciembre y solo quedan días para que el delantero sea jugador libre, el deseo del futbolista es hacer una diferencia económica, mientras que en Gimnasia ya le hicieron saber, que lo quieren para el 2024,
A semanas de haber culminado la temporada 2023, en Gimnasia se aprovechan los días de descanso para empezar a preparar lo que será el plantel profesional desde enero. En un proceso de movimientos constantes con entradas y salidas, los ojos están puestos en retener a los más destacados de este año y entre esos, está Cristian Tarragona.
Como una antítesis de lo que fue el 2022, el delantero tripero se fue de vacaciones en un buen momento desde lo físico y siendo participe en los partidos más importantes del equipo los últimos meses. Todo lo contario a lo sucedido un año atrás, cuando todavía estaba Néstor Gorosito al mando. Una noche fatídica en Vicente López, y un partido frente a Platense que lo encontró con una rotura de ligamentos de la rodilla derecha en junio de 2022.
Ya sin Gorosito y con Sebastián Romero al frente de un plantel de pibes, Tarragona volvió a sumar sus primeros minutos frente a Banfield el 19 de febrero y desde ahí no paró de crecer. Tuvo su pico más alto en el clásico frente a Estudiantes, siendo autor del gol de la victoria de penal. Su gran categoría le sirvió al equipo para llevarse los tres puntos en partidos claves y se transformó en un referente.
A consecuencia de su gran rendimiento, en el mercado de junio diferentes equipos del fútbol argentino le hicieron saber su deseo de tenerlo y estuvo a un paso de pasar a Independiente. Un conflicto con quién era su representante en ese momento hizo caer su pase al Rojo, y eligió quedarse terminar su contrato en 60 y 118. Enfrentó la última parte del año, y a pesar de haber recaído en su nivel puso la cara con el resto de sus compañeros y la victoria en el desempate fue un gran desahogo para coronar una buena temporada.
Solo quedan días para que su vínculo con Gimnasia se corte y sea jugador libre. El deseo del futbolista es cambiar de aire y a sus 32 años hacer una diferencia desde lo económico. En el cuerpo técnico son conscientes de lo que representa “Tarra” para el equipo y el deseo está en que se quede. Desde la dirigencia pusieron un nuevo contrato sobre la mesa y ahora esperan por lo que suceda con el futuro del ex Patronato.
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