El Lobo volvió a dejar pasar tres puntos vitales al caer 1-0 con Defensa y Justicia en el Bosque. Acumula así sólo un punto de doce. Durísima actualidad de los dirigidos por Ortíz que se mostraron sin ideas, faltos vinculaciones, solidez y, sobre todo, identidad. Los cambios potenciaron el desconcierto de un equipo que no pudo contra un rival que llegaba con tres derrotas consecutivas. Mucho por trabajar antes de visitar a Argentinos Juniors el próximo sábado a las 13:15 en La Paternal.
Gimnasia está en el suelo. Que esté último en la tabla de promedios ya no es novedad ni es lo más preocupante de este sábado veinticuatro de agosto, porque sabíamos cómo íbamos a arrancar esta Superliga. Lo que no sabíamos y que de ninguna manera intuíamos era que luego de cuatro fechas, Gimnasia iba a seguir cavando hacia abajo. Que de doce puntos, sólo iba a cosechar uno. Ese uno contra Lanús en la primera que generó expectativa y tan lejos quedó. El partido en el sur de la Provincia y la expectativa.
No sabíamos que luego de dos derrotas durísimas Gimnasia iba a encontrarse en un limbo futbolístico, un vacío existencial. Una situación que sin dudas desencadena en otra: la ineficacia, la descoordinación, la inseguridad y, por supuesto, malos resultados.
Luego de una semana de trabajo intenso, a puertas cerradas y sin contacto con la prensa, los dirigidos por el Indio Ortiz se prepararon para el partido de esta tarde ante Defensa y Justicia, un rival que venía en busca de su primer triunfo en la Superliga. Sin embargo no pudo y cayó por la mínima.
Ojo que de entrada el Lobo pareció estar más decidido a no dejar salir a los de Mariano Soso, de a poco parecía encontrar el camino a partir de la presión y del vértigo para lograr profundidad, buscando la aparición de Brahian Alemán y así concretar avances.
No duró demasiado, ya al cuarto de hora los equipos en cancha se prestaban la pelota, y el nerviosismo lógico empezó a hacer de las suyas. El rival no se quedó atrás y hasta mejoró en defensa con sus combinaciones bastante más armoniosas que las del local.
Poco y nada pasaba cuando Merlos pitó el final de la primera parte. Por eso el Indio decidió arrancar con un cambio: Mussis por García. Diez minutos más tarde, Spinelli entró por el que hasta el momento era el mejor de la cancha, Velázquez. Y llegó una seguidilla de ocasiones que el Lobo no pudo concretar, Alemán a los 21 minutos y a las manos del arquero; a los 24, Unsaín tapó un cabezazo de Tijanovich y la tercera fue de ellos y convirtieron. Dos minutos antes de la media hora, el Halcón se puso uno a cero arriba y no hubo manera de empatar las acciones.
Desconcierto y silbidos en el Bosque. El triperío hizo escuchar su enojo con los futbolistas, con el cuerpo técnico y la comisión directiva, más precisamente con el presidente Gabriel Pellegrino. Enojo que se hizo eco en la zona baja donde predominó la tensión ante la cancelación de la habitual conferencia de prensa del técnico, y los “run run” de dirigentes.
El Lobo está complicando, naufragando buscando el rumbo que lo saque a flote, pero sigue sin encontrarlo. La próxima ante Argentinos en La Paternal, a ganar a como dé lugar. El próximo lunes a las 9:30 vuelve al trabajo y bajo las órdenes del Indio Ortiz.
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