Con el interinato del Indio Ortíz, los juveniles empezaron a ganar un buen terreno en el plantel profesional. Ante Newell´s, se producirá el debut del hijo del técnico, Nicolás, mientras que Lucas Calderón ocupará un lugar en el banco de los suplentes.
Los pibes son la esperanza de cualquier institución. Y en Gimnasia no es para menos. Aparecieron Matías Melluso, Matías Gómez y dejaron una grata impresión en el público tripero. Ahora será el turno de otros dos juveniles que vienen teniendo muy buenas actuaciones en la Reserva. Se trata de Nicolás Ortíz, hijo del «Indio» y de Lucas Calderón, también hijo del recordado delantero que pasó por el club vecino de nuestra ciudad.
Teniendo en cuenta que Manuel Guanini llegó a la quinta tarjeta amarilla y que no podrá estar mañana ante Newell´s, Ortíz buscó variantes en el plantel y todo parece indicar que su hijo Nicolás compartirá zaga con Maximiliano Coronel. No será la primera vez para ambos: conformaron dupla central en el duelo ante Lanús en Reserva, el 10 de octubre del 2017, en la derrota 3 a 1. En aquella ocasión, Coronel bajó al Selectivo para sumar minutos de fútbol tras recuperarse de una grave lesión.
Nicolás Ortíz es un futbolista oriundo de La Plata que llegó a Gimnasia con edad de pre-novena. Tiene 23 años (categoría ’95) y firmó contrato profesional en el año 2016. Además, tuvo un breve paso por Estudiantes de San Luis, en donde se marchó a préstamo junto a Ignacio Jáuregui y Emanuel Zagert, juveniles que actuaban en Reserva en ese momento. Durante su estadía en la B Nacional, disputó 12 partidos y no marcó goles.
Tras permanecer seis meses en la institución de San Luis, regresó al Lobo en donde formó parte del Selectivo, que ya conducía Leandro Martini y de a poco, empezó a transformarse en una pieza fundamental de la Reserva. Defensor duro, aguerrido, con muy buen juego aéreo y seguro con la pelota en los pies, el hijo del índio no querrá desaprovechar la chance de defender la camiseta tripera en el Bosque.
Por otra parte, quien también tendrá la oportunidad de integrar la lista de concentrados y posteriormente, ocupar un lugar en el banco de los relevos, es Lucas Calderón, también hijo de un ex futbolista reconocido que tuvo su paso por el vecino de la ciudad.
Calderón, categoría ’98, es delantero al igual como lo fue su padre. Llegó a Gimnasia con edad de cuarta división, tras quedar libre y con el pase en su poder luego de realizar las divisiones inferiores en Estudiantes. Rápidamente, se ganó un lugar en la Reserva, primero como una opción en ofensiva y después si quedarse con el puesto de centro delantero titular.
En el Selectivo, «Caldera» disputó seis encuentros y marcó dos goles. Fue titular en los últimos cuatro partidos, ante Tigre, Atlético Tucumán, Talleres e Independiente. Calderón se destaca por su buena condición técnica, gran potencia y velocidad de piernas y es fuerte en el juego aéreo, a pesar de no tener mucha altura.
Como viene sucediendo desde que llegó Ortíz a la conducción técnica, los juveniles empezaron a darle otro «aire» al plantel profesional. Antes fue el turno de Melluso y el «Monito» Gómez. Ahora será el de Ortíz y Calderón. Que se siga apostando por ellos. Los pibes, el fruto de nuestro semillero.
Dejar una contestacion