El Lobo llega golpeado tras dos derrotas seguidas y Orfila busca respuestas de cara a Atlético Tucumán. La recuperación de Jan Hurtado aparece como la gran esperanza para recuperar poder ofensivo y cortar la mala racha.
Dos derrotas consecutivas frente a Lanús y San Martín de San Juan obligan a Alejandro Orfila a meter mano en el equipo e intentar cambiarle la cara de cara al compromiso frente a Atlético Tucumán, el próximo lunes en el Bosque. El Lobo repitió errores y careció de la iniciativa mostrada en las primeras fechas. Más allá de que todavía conserve cierto margen en la tabla anual, sabe que no debe confiarse y necesita volver a sumar cuanto antes.
El envión de haber vencido a Independiente y Godoy Cruz chocó de frente con la caída en el Bosque ante el Granate y la imposibilidad de imponerse en la visita al Santo sanjuanino en el Hilario Sánchez. Con piezas por ajustar y una idea que volvió a mostrar turbulencias, Orfila se encuentra ante la necesidad de reacomodar el equipo para ir en busca de otros tres puntos que traigan aire fresco y corten la racha negativa, en tiempos donde la posición en la tabla preocupa.
Una de las buenas noticias para el exentrenador de Belgrano y Barracas Central tiene que ver con la evolución de Jan Hurtado y la posibilidad de volver a contar con él en las próximas fechas. El delantero venezolano no tenía actividad desde la pretemporada debido a una lesión en el isquiotibial que lo obligó a perderse las primeras presentaciones en el Torneo Apertura. Si bien Marcelo Torres cumplió con creces en la delantera, la falta de resultados convierte el probable regreso de Hurtado en una luz de esperanza.
Antes de que la lesión lo marginara, el ex Boca venía realizando una gran pretemporada, en la que fue el goleador de los amistosos de preparación. Además, la venta de Rodrigo Castillo a Lanús había llevado a Orfila a elegirlo como su único punta para el inicio de su ciclo. Con Norberto Briasco lesionado e Ivo Mammini en Europa, el nacido en El Cantón, Venezuela, ya transita la etapa final de su recuperación y, si no llega ante Atlético Tucumán, es fija para estar contra Unión en el segundo partido consecutivo como local.
Con el regreso de Hurtado en el horizonte, Gimnasia encuentra una razón para ilusionarse en medio de un presente irregular. La necesidad de goles y de un referente ofensivo vuelve a poner al venezolano en el centro de la escena, no solo como alternativa futbolística sino también como símbolo de renovación en un equipo que perdió frescura en las últimas jornadas. Orfila sabe que el margen de error es cada vez menor y que recuperar la confianza será tan importante como sumar puntos: allí, el regreso de Hurtado podría ser el primer paso para que el Lobo recupere su mejor versión.
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