
Con Alejandro Orfila al mando, Gimnasia encara una pretemporada exigente con triple turno, amistosos y posibles refuerzos. Se viene un semestre clave para revertir la imagen, salir del fondo y sostener la categoría.
Mientras divide la pretemporada entre Estancia Chica y el estadio Juan Carmelo Zerillo, Gimnasia piensa en lo que viene y se enfoca en corregir los errores que lo tienen en el último pelotón tanto de los promedios como de la tabla anual. Transcurrida la primera semana de trabajo con Alejandro Orfila al frente del equipo, el «Chano» empieza a elevar las exigencias: se vienen días de triple turno y los primeros amistosos ante Aldosivi y Argentinos Juniors.
Más allá de que el comienzo del Torneo Clausura todavía no asoma en el horizonte, el plantel tripero es consciente de la deuda con el hincha y sabe que está obligado a brindar una imagen completamente distinta a la de los últimos meses. Las secuelas del fugaz y frustrante ciclo de Diego Flores en 60 y 118 dejaron al ex entrenador de Barracas Central con la responsabilidad de conseguir resultados de manera inmediata, sin demasiado margen para construir a largo plazo. La pelea por la permanencia será dura, y estos días de preparación pueden resultar determinantes en el rendimiento del equipo durante la recta final del año.
La dificultad para generar y concretar situaciones de gol es una de las grandes deudas que arrastra el Lobo desde 2024. Es uno de los equipos con menor poder ofensivo en las competencias nacionales. Desde el inicio del Torneo Apertura, apenas logró convertir más de un gol en una ocasión: la goleada 3-0 frente a Godoy Cruz por la cuarta fecha. Frente a este déficit evidente, el nuevo cuerpo técnico no solo trabaja sobre los jugadores que ya tiene, sino que también busca incorporar futbolistas que puedan romper el molde y llevar peligro al área rival. Matías Palavecino, Marco Iacobellis y Cristian Tarragona son los primeros nombres que aparecen en carpeta.
Con todos estos frentes abiertos, el plantel no descansa y se mete de lleno en la segunda semana de pretemporada, en la que aumentarán las cargas físicas y técnicas, y se intensificará el ritmo con jornadas de triple turno. Los amistosos ante Aldosivi y Argentinos Juniors serán una buena prueba para que Orfila empiece a definir los nombres del once ideal, mientras se espera la llegada de los primeros refuerzos que, con energías renovadas, aporten frescura y jerarquía a un equipo que necesita recuperar la identidad y la confianza.
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