“Muchos pensaban que se moría y eligió vivir”

Lorena Ramella habló con Mundo Tripero sobre la fabulosa recuperación de su compañero, Maxi Kondratiuk, que continúa rehabilitándose en el Instituto FLENI Escobar. Además, denunció el abandono de IOMA y que el empresario Guillermo Marín no rindió cuentas de lo recaudado con el partido homenaje.

Que sin luchas no hay victorias, dice el Himno de Gimnasia y Esgrima La Plata y, ¡miren si Maxi Kondratiuk no conoce de batallas! Hace ocho años que convive con el síndrome de Wilson, el mismo que lo había dejado sin poder hablar, ni caminar. Desde el mes de junio que todos los días asiste al Instituto FLENI Escobar para su rehabilitación neurofísica. Pese a los diagnósticos, hoy volvió a caminar y Lorena Ramella, su novia, dio a conocer el video donde se lo ve al tripero, no sólo con su vigorosa sonrisa, sino dando sus primeros pasos. “Estamos más que felices”, dijo Lorena a Mundo Tripero al aire de la X5 Radio.

Esta enfermedad degenerativa afecta el hígado y el sistema neurológico, pero a este hombre tampoco la adversidad lo vence, lo retempla. “A Maxi es la primera vez que lo veo caminar”, señaló Ramella con mucha emoción, y agregó: “él perdió muchas cosas pero ganó otras: perdió parte de su salud, pero se amigó con su enfermedad y ganó la fuerza, lo espiritual, las ganas de salir adelante, el amor que tiene”.

Hace casi tres meses que el ex jugador del Lobo dio a conocer oficialmente su autobiografía en Capital Federal, junto a su hijo y su mujer, en la 43º Edición de la Feria Internacional del Libro, que se desarrolla en La Rural. Hoy tiene un buen nivel de ventas y una hermosa recepción por parte del público que se conmueve con la historia de superación: “El cariño que la gente le da es increíble, el libro, las cadenas de oración, lo espiritual… todo le llega”, dijo Lorena y subrayó: “Es una cuestión de querer: muchos pensaban que se moría y eligió vivir”.

“IOMA me tiene cansada y vamos a mandar un recurso de amparo”

Maxi y Lorena tienen una “vida normal y con proyectos”, ¿se casan? Puede ser, ganas de hacer les sobran a los dos. Pero, lamentablemente, siguen existiendo barreras para las personas discapacitadas en el país y ellos deciden exponerlo para que se universalice el pedido, la denuncia y el enojo.

“No sólo que la ciudad no preparada para discapacitados, sino que la obra social IOMA es una vergüenza”, señala Ramella. Para conseguir el traslado adecuado para Maxi y su silla con motor, desde su domicilio hasta el instituto FLENI, se tuvo que presentar una carta documento a la obra social provincial. Ahora el problema es que no autorizan lo necesario como, por ejemplo, una cuidadora,  “la verdad que IOMA me tiene bastante cansada y vamos a mandar un recurso de amparo”, concluyó.

La vida de un discapacitado tiene que ser lo más accesible y sencilla pero hoy no sucede, las barreras siguen existiendo. Nadie podrá ponerse en lugar de Maxi porque el sólo él sabe lo que padece, “me cansé de la burocracia de este país con los que menos tienen”, sentenció Lorena, “este gobierno es un desastre: hay mucha inoperancia y abandono, no está a la altura”.

“Si Guillermo Marín se pensaba que Maxi se iba a morir, estaba equivocado”

“Le robó el dinero a un discapacitado”, denunció Lorena al aire de la X5 Radio para Mundo Tripero. El empresario Guillermo Marín fue el organizador del evento a beneficio de Kondratiuk, allá por junio de 2015 en el Bosque y, según, la novia del futbolista, “nunca le dio la recaudación de Ticketek, ni le rindió cuentas”.

Además contó que se acercaron a la empresa de venta de entradas para conocer en detalle cuánto se había recaudado y no pudieron contar con la información por no ser dueños de la cuenta, “el único que tiene acceso es Guillermo Marín”, dijo y agregó: “Él en algún momento quiso comunicarse con nosotros para negar todo lo que decimos, yo no sé si se cree que porque Maxi no habla no tiene memoria”.

Lejos de opacar la felicidad que transitan por la mejoría día a día de este enorme luchador, Lorena quiso dejar bien claro que siente vergüenza por los manejos de aquel evento benéfico y concluyó: “Si Marín se pensaba que Maxi se iba a morir, estaba muy equivocado”.