Miramón, un deseo imposible

Prescindible para Miguel Ángel Russo, Ignacio Miramón sabe que no tiene lugar en Boca y en Gimnasia miran de reojo, aunque su vuelta es casi imposible. En el Lobo deberían esperar que el mediocampista rescinda su préstamo en La Ribera y negociar una nueva cesión con el Metz de Francia, algo que no es tan facil ya que ninguno quiere perder lo invertido en el nacido en San Carlos de Bolívar.

La búsqueda del volante central se transformó en una prioridad absoluta para los dirigentes de Gimnasia en este mercado de pases. El Lobo no logró encontrar al sucesor de Rodrigo Saravia y lo viene sufriendo en las últimas temporadas. Si bien la juventud y frescura de Facundo Di Biasi es una gran noticia, desde el cuerpo técnico son conscientes de que el nacido en Gonnet recién está dando sus primeros pasos, y sería un error cargarle toda la responsabilidad con tan poca experiencia.

A falta de un referente en la mitad de la cancha, los dirigentes analizaron diferentes opciones y tienen prácticamente cerrada la llegada de Mateo Seoane. El mediocampista de 21 años llega libre desde Vélez en busca de minutos, aunque no cumple con el perfil de un titular indiscutido. Gimnasia necesita a alguien con experiencia, voz de mando y carácter, que pueda asumir el liderazgo en los momentos difíciles. Más allá de la comunicación con Fernando Juárez de Platense y la caída de otro pase que parecía bien encaminado, en Estancia Chica saben que no hay margen para improvisar, y uno que podría cumplir ese rol es Ignacio Miramón.

Con un panorama incierto en Boca, Miramón es uno de los apuntados para salir tras el Mundial de Clubes. El mediocampista de 22 años llegó al Xeneize a préstamo desde el Metz de Francia y, pese a ser una apuesta, nunca logró consolidarse en la consideración de los distintos cuerpos técnicos. Con la eliminación consumada, Juan Román Riquelme apunta a rearmar el plantel y Nacho no formaría parte del nuevo proceso.

Atentos a su situación, desde Gimnasia levantaron el teléfono para manifestar el deseo de repatriarlo, aunque en el fondo saben que es una misión casi imposible. El primer paso sería la rescisión del préstamo con Boca, para luego intentar negociar con el club francés. Sin embargo, tanto Metz como Boca pretenden recuperar parte de lo invertido, y la frágil situación económica de Gimnasia condiciona cualquier intento. Por ahora, el regreso de Miramón es más una utopía que una posibilidad concreta.

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