Con poco rodaje pero muchas expectativas, Mateo Seoane sumó sus primeros minutos oficiales en Gimnasia. El volante, que llegó desde Vélez dejó buenas sensaciones en el empate ante San Lorenzo.
Tras la salida de Martín Fernández y la decisión de no tener en cuenta a Nicolás Sánchez, Gimnasia necesitaba encontrar variantes en la mitad de la cancha. En ese escenario, con un Facundo Di Biasi que se consolidó rápidamente como una pieza clave del mediocampo, el objetivo de la dirigencia fue conseguir a alguien que pudiera complementarlo. Luego de analizar diferentes nombres, el de Mateo Seoane comenzó a tomar fuerza y terminó cerrando su llegada al Lobo tras rescindir su contrato con Vélez Sarsfield.
El joven volante sabía que no iba a ser prioridad para Guillermo Barros Schelotto en el conjunto de Liniers, por lo que optó por buscar nuevos horizontes. Así fue como, hace ya algunas semanas, se sumó a los entrenamientos bajo las órdenes de Alejandro Orfila. Se acopló con rapidez al ritmo del grupo y completó la pretemporada sin inconvenientes. Aunque no tuvo participación en los primeros partidos, integró el banco de suplentes en la derrota frente a Instituto por la primera fecha en el Bosque.
Este sábado, en el empate ante San Lorenzo, el contexto fue diferente y permitió su debut oficial con la camiseta del Lobo. Orfila decidió darle minutos en un momento clave del partido, y Seoane ingresó por Facundo Di Biasi en el complemento. Su rendimiento fue correcto: no desentonó, cumplió en la marca, se mostró activo y con buena disposición para cumplir las tareas que le exigía el esquema. El ex Talleres y Rentistas dejó una primera imagen positiva que le permite ilusionarse con seguir sumando protagonismo.
Si bien su llegada despertó opiniones encontradas entre los hinchas —principalmente por su juventud y por no encajar en el perfil de volante con experiencia y liderazgo que muchos esperaban—, Seoane es un futbolista con proyección y condiciones que el cuerpo técnico valora. Por ahora, su presente puede parecer una incógnita, pero con actuaciones como la del sábado, empieza a despejar dudas y a ganarse un lugar dentro de la rotación.
Con la necesidad de encontrar variantes y sumar recambio en una zona clave del campo, Mateo Seoane empieza a asomar como una alternativa válida para Orfila. Sus primeros minutos dejaron buenas sensaciones y, con el correr de los partidos, dependerá de él transformarse en una opción real para el once titular. El Lobo lo necesita, y él sabe que esta oportunidad puede marcar un punto de inflexión en su carrera.
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