El clima electoral ya empieza a sentirse fuerte en Gimnasia y Esgrima La Plata. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, un nuevo nombre se suma a la contienda: Mauro Coronato, dirigente con pasado en la vida política del Lobo, gestor de la llegada de Maradona al Club, y que ahora busca posicionarse como alternativa en un momento clave para la institución.
El lanzamiento de Coronato no es un dato menor. Representa el regreso de un “viejo conocido” que ya tuvo pasos por el club en otros períodos, y cuya figura despierta lecturas encontradas: por un lado, sectores que valoran su experiencia y conocimiento de la interna; por otro, voces que cuestionan la falta de renovación en un escenario donde se reclama aire fresco.
En este contexto, la candidatura aparece como un movimiento estratégico: Coronato intentará captar al electorado tripero que se siente desencantado con la actual gestión y, al mismo tiempo, busca diferenciarse de otros espacios opositores que ya están en campaña. El desafío será mostrar propuestas claras para un club que arrastra urgencias deportivas, económicas y sociales.
La política de Gimnasia atraviesa un momento bisagra. La fragmentación de la oposición y la necesidad de la oficialismo de revalidar su liderazgo abren un panorama abierto, donde cada nuevo actor puede inclinar la balanza. El ingreso de Coronato tensiona el mapa electoral y obliga a los demás candidatos a redefinir su estrategia.
Lo que queda claro es que, en un club donde la pasión se vive a flor de piel, la política no se queda atrás: el camino a las urnas promete ser tan intenso como cualquier domingo en el Bosque.
¿Quién es Mauro Coronato?
Mauro Coronato es un dirigente histórico dentro del ámbito político de Gimnasia y Esgrima La Plata. Profesionalmente, es martillero público y comenzó su vínculo con el club allá por el año 2000, integrando el Movimiento Ginasia. Más adelante, fue parte de Primero Gimnasia, grupo que colaboró con la remodelación del estadio durante el exilio.
Su recorrido institucional incluye haber sido vocal suplente durante la gestión de Daniel Onofri, con Salvador Robustelli como vicepresidente.
Coronato formó parte del equipo que llevó a Gabriel Pellegrino a la presidencia del club en 2016. Desempeñó un rol clave en fichajes emblemáticos como la llegada de Diego Maradona, además de actuar en la toma de decisiones en la estructura de las divisiones juveniles.
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