El Lobo empató 1-1 en el Bosque y quedó eliminado de la Copa Sudamericana, a manos de Ponte Preta. ¿Jugó bien? No. ¿Mal? Tampoco. Dependió pura y exclusivamente de lo que podía hacer Rinaudo.
Alexis Martín Arias (6): La única que le llegaron, le convirtieron, aunque no tuvo responsabilidad en el gol. Terminó jugando casi de líbero.
Facundo Oreja (4): Mal. Muy flojo en defensa, regular en ataque. Tuvo en sus pies el gol de la clasificación, se la entregó a Aranha.
Mauricio Romero (6): El mejor de la defensa. Sacó todo y, lo que no, se la rebuscó para hacerlo.
Manuel Guanini (5): Comenzó bien el partido, firme. Perdió la marca en el gol brasileño. Tuvo un bache importante en el medio. Terminó, nuevamente, bien.
Lucas Licht (3): El más flojo de Gimnasia. No le salió una.
Ramiro Carrera (4): Primeros 20 minutos para el olvido. Luego, hasta el complemento, bien.
Fabián Rinaudo (8): «Aunque se parezca a todos y se confunda con la gente; es como nadie, es diferente, es mi maestro, mi referente». Se sacrificó por el equipo. Cuando las ideas no aparecían se calzó el disfraz de SuperFito y se transformó en goleador y asistidor. Más no podía hacer.
Luciano Perdomo (5.5): Correcto primer tiempo. En el complemento, Gimnasia fue en busca del resultado, por lo que Alfaro decidió dejarlo en los vestuarios y poner a Faravelli.
Brahian Alemán (3.5): Hasta el gol de Ponte Preta, el más claro del Lobo. Después, desapareció. Mal en todas las pelotas paradas. En el último córner, el que podría haberle dado una victoria a Gimnasia en la última jugada, no levantó la pelota.
Nicolás Mazzola (5.5): Correcto. Buscó por todos los medios, no le quedó ninguna clara.
Leandro Contin (7): Luchó con los dos centrales. Jugó un partido como para ganarse el puesto dentro de los 18. Siempre referencia en el ataque, y eje del equipo.
Lorenzo Faravelli (5.5): Entró muy bien. Con ideas claras y tenencia de balón. Se fue desinflando con el correr de los minutos.
Nicolás Ibáñez (5.5); Comenzó a levantar el nivel. Tuvo una, tapó Aranha.
Mauro Matos (s/c): Jugó pocos minutos.
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