El Lobo venció a Defensa y Justicia en un gran partido, tácticamente lo apabulló al equipo de Varela y se metió en cuartos de final de la Copa de la Superliga con Jan Carlos Hurtado como figura, junto a Víctor Ayala, el dueño del mediocampo, y el Tanque Santiago Silva.
Sin embargo, el mejor de la serie fue Hernán Ortiz. El técnico del Lobo planteó dos partidos perfectos, decidió no hablar del rival y hacer hablar a sus jugadores en la cancha. Con la baja de Tijanovich decidió apostar por Licht en su lugar y a Melluso como lateral. El equipo funcionó, supo replegarse, generó situaciones claras y lo supo ganar.
El venezolano dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad, porque nuevamente se coronó como figura con un gol y gran rendimiento durante el encuentro: activo, encerador, bajando cuando fue necesario. El negro cada vez se adapta mejor al fútbol argentino.
Víctor Ayala continúa demostrando su gran nivel. El paraguayo se convirtió en patrón del medio: presiona, corta, quita y pasa de gran manera, y así llegó el segundo gol del Lobo. También fundamental en la pelota parada, hoy el ex Lanús es un jugador de gran jerarquía.
El Tanque continúa en alza, si bien no pudo convertir y desperdició dos chances claras, el uruguayo es un ejemplo a seguir. Con 38 años se juega todo por el equipo, corre todas las pelotas como si fuera la última, y hace un gran desgaste. Hoy jugó en todo el frente de ataque y hasta hizo la banda cuando tuvo que sacrificarse, gran labor del 9 tripero.
Párrafo aparte para Agustín Bolívar, el juvenil tripero tuvo un gran partido sin fisuras, supo acomodarse al puesto y aprobó, bien en los cortes, en la presión y en los pases. El oriundo de Ensenada se anota para pelear un puesto frente a Argentinos.
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