La lupa en el DT: Alfaro, ¿a qué juega Gimnasia?

El Lobo no sumó puntos en Rosario por una decisión pura y exclusiva del equipo y/o del DT. Con un jugador de más nunca fue superior a Central y se tiró atrás en una cancha que siempre le fue esquiva. Los cambios no sólo no pudieron cambiar la historia, sino que terminaron por ejecutar al basurero.

No es la primera vez que Gimnasia se tira atrás en un partido. Al contrario, lo ha hecho en todos los encuentros de 2017. Es cierto que se encontraba invicto en el año y que cada vez que lo hizo le dio frutos, pero en todos los partidos jugó contra equipos de menor jerarquía individual y colectiva. En todos, el rival acorraló a los triperos. En todos fue figura Alexis Martín Arias. En todos no te pueden salvar las papas, ni él, ni Monetti, ni Noce, ni Cristante, ni los mejores arqueros del mundo. Si le cedés la pelota y el terreno al que tenés enfrente, te va a pelotear y una va a entrar.

Entonces la pregunta es «¿por qué se tira tan atrás Gimnasia?», y no hay una respuesta certera. Es inentendible. Un equipo que gana 1-0 de visitante, con un jugador más, se tira atrás. El local, sin su capitán y goleador lo fue a buscar. Montero puso tres delanteros. Uno quiso ganar y ganó, el otro trajo a La Plata lo que merecía, una derrota y muchas dudas. La principal, es a qué juega. La segunda, enfrente tiene una seguidilla importante y difícil, no siempre la cola del ciclón empuja y si la suerte no te ayuda, hay que hacer méritos para ganar aunque sea. «Qué huevos tiene Central»… Las bolas, el partido lo perdió Gimnasia. ¿Va a salir a jugar de la misma forma?

Ojo, cuando Gimnasia ganaba no era la Juventus ni Real Madrid y con esta derrota no es el fin del mundo, pero jugando así, va a perder más de lo que va a ganar. ¿Dónde quedo el «vamos a poner huevo, vamos para adelante»? ¿Dónde quedó la identidad gimnasista? Gimnasia no es meterse atrás y salir de contra, Gimnasia no es cederle la pelota al contrario y mirar como te patean al arco, esperando a que el arquero se convierta en figura. Gimnasia tiene que ser huevo, garra, corazón… Tripa. También inteligente, por supuesto, pero hoy no es ni fú, ni fá.

Alfaro volvió a confiar en sus jugadores para el recambio. En Bottinelli, en Matos. Ninguno parece estar a la altura de la primera división Mens Sana, no por sus condiciones -porque han demostrado tener categoría- sino porque no entran en el juego que propone el DT. Entonces, ¿por qué no apostar a los pibes? ¿A Enzo Martínez, a «la Perla» Ramirez o Mariano Rivadeneira? Leandro Nicolás Contín fue titular y goleador en toda la pretemporada, ¿es más Mauro Matos que el «Tanque»?

El DT deberá meter mano en el equipo, no por cambios de nombres, sino de idea futbolística o, en consecuencia, de planteo táctico. San Lorenzo no sumó y Banfield no está lejos. Gimnasia tendrá otra oportunidad cuando enfrente al Ciclón el próximo sábado en el Juan Carmelo Zerillo. No puede volver a equivocarse porque, de hacerlo, el sueño de la Libertadores quedará frustrado por decisiones y errores propios.

Por Lucas Bolosín

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