Hace 5 meses Mundo Tripero titulaba “Boca lo hizo” para referirse a la suspensión del encuentro con los Xeneizes por la fecha 25 de la Superliga Argentina de Fútbol pasada. El club de la ribera llegó aquella mañana lluviosa al Juan Carmelo Zerillo y propuso no jugar el partido por el mal clima. El árbitro primero sostuvo que el campo de juego estaba impecable y luego prefirió suspender. Lo cierto era que Boca jugaba días después por la Copa Libertadores y que, una vez más, la impunidad del poder daba por tierra con el fútbol.
Cinco meses después, nos encontramos con otra situación dentro del mismo circo. Porque el rival eligió día y escenario, pero esta vez no sólo fue Boca el director de la orquesta, sino los medios. Los grandes medios. Esos, los de Capital. Nos cansamos de ver cómo se les caía la baba cual perro alzado al imaginarse un cruce entre Boca y River en Semifinales de Copa Argentina. Tanto lo imaginaron que terminaron dándolo por hecho. En televisión, radio y medios gráficos, se hablaba del (potencial) encuentro.
Uno entiende. Desde siempre lo supo. Es como que cuando uno llego al mundo, le advirtieron que la desigualdad en la distribución de todo, es despareja. No importa de qué hables, no importa cuándo lo hagas. Y así, con el comienzo de cada torneo, uno ya se prepara o ya lo está inconscientemente.
Por eso, por ejemplo, desde el debut de la Superliga Argentina de Fútbol todo el país entendió de qué se trataba. La des-federalización del fútbol, la apropiación de la pelota por parte de los que más tienen, el entierro del Fútbol Para Todos, los beneficios para los clubes más grandes como la ampliación del cupo de extranjeros, los viajes, ingresos y televisación.
Todos sabíamos que íbamos a pasar a ser personajes de reparto de las obras de Boca y River, cuando no meros espectadores. Y sí, aceptamos las reglas. En realidad no, pero existen una billetera flaca, el afán de jugar con armas blancas y el deseo intacto, aunque ilusorio, de hacerle frente al poder.
Pero nosotros nos cansamos de ser de reparto, y por eso vamos con todas nuestras armas esta noche a Córdoba. Todas nuestras armas, que en cantidad son una ínfima parte de la totalidad con las que cuenta el rival. Pero mucho más efectivas y destructivas.
Esta noche el Lobo no se la hará fácil al protagonista, a ese que todos están ansiosos por ver triunfar. No. Si el equipo de Guillermo quiere ganar, va tener que dar mucho más de lo que acostumbra. Porque el Gimnasia de Pedro está agrandado, porque viene motivado y todo lo que se habló de manera infame esta semana, el Lobo lo masticó y piensa devolverlo en la cancha.
Por eso, Alexis MARTÍN ARIAS; Facundo OREJA, Maximiliano CORONEL, Gonzalo PIOVI, Matías MELLUSO; Horacio TIJANOVICH, Fabián RINAUDO, Lorenzo FARAVELLI, Matías GOMEZ; Mauro GUEVGEOZIÁN, Santiago SILVA. Saldrán a dejar el alma, para dejar en el camino al favorito.
Sebastián MOYANO, Germán GUIFFREY, Lucas LICHT, Ezequiel BONIFACIO, Luciano PERDOMO, Víctor AYALA, Hernán TIFNER, Maximiliano COMBA, Jan Carlos HURTADO, completan la lista de convocados para dar el batacazo ante tantas miradas.
Desde las 21:10 y con arbitraje de Pablo Echavarría, Gimnasia intentará en el Kempes ahogar el festejo tan adelantado de los rivales. Un estadio que conocemos bien, que Pedro recuerda mejor y que, nos sienta muy pero muy bien.
¡A dejar todo, Lobo!
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