Fue 2 a 0 en UNO. Un plantel mal armado, un técnico interino, un presente crítico y un futuro que exige respuestas. Basta.
Gimnasia cayó 2 a 0 ante Estudiantes en UNO, en un partido que dejó más frustración que sorpresas. Al equipo de Fer Lucho Zaniratto, que asumió de urgencia tras la salida de Orfila, le costó muchísimo hacer pie.
En el primer tiempo, el Lobo prácticamente no tuvo la pelota y sufrió cada avance del local. La jugada más clara fue un tiro libre de Barros Schelotto, pero después no hubo peso ofensivo. En la última pelota de la primera mitad, Estudiantes armó su mejor jugada colectiva y abrió el marcador.
El complemento arrancó con otro golpe: a los seis minutos, un error gravísimo de Max le dejó servida la pelota a Carrillo, que definió para el 2 a 0. De ahí en más, fue todo cuesta arriba. Gimnasia aguantó como pudo, pero mostró limitaciones en todas las líneas, especialmente por el sector derecho con Corbalán y Pintado, que fueron superados constantemente.
Lo más preocupante es que este presente no sorprende. El armado del plantel fue un desastre y hoy seguimos pagando las consecuencias. No solo se perdió el clásico, sino que el equipo se hunde cada vez más en la tabla. La Comisión Directiva es responsable directa de este momento: improvisación, malas decisiones y falta de jerarquía futbolística.
La gente de Gimnasia no merece este maltrato. El Lobo necesita conducción, trabajo y respeto. Basta de improvisar: la pasión de la gente no se negocia.
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