El emotivo acto, que se desarrolló en los jardines del bosque y contó con la presencia de los familiares de Piovoso, Sánchez y Ciancio, así como también de la Madre de Plaza de Mayo, Elia Espen, consistió en el descubrimiento de una placa que lleva grabado el lema “Memoria, Verdad y Justicia” junto a los nombres de las víctimas del terrorismo de Estado.
A dos días de haberse cumplido un nuevo aniversario del golpe de Estado más sangriento y despiadado de la historia de nuestro país, momento en el que se recuerda que es necesario seguir haciendo memoria, buscando la verdad y exigiendo justicia, Gimnasia y Esgrima La Plata homenajeó a sus tres deportistas desaparecidos: Antonio Piovoso, Miguel Sánchez y Luis Ciancio. El acto, que se llevó a cabo en los jardines del bosque y fue organizado por la Subcomisión de Cultura y Museo, contó con la presencia de los familiares de los deportistas, la Madre de Plaza de Mayo, Elia Espen, integrantes de la Comisión Directiva, y referentes de las organizaciones Frente Popular Gimnasista y Patria Mondongo.
Vale decir que el homenaje, que consistió en la inauguración de una placa que lleva grabado el lema “Memoria, Verdad, Justicia” junto a los nombres de los deportistas desaparecidos del club, fue muy emotivo y tuvo una gran convocatoria de parte del pueblo gimnasista que recibió a la Madre de pañuelo blanco al grito de “¡Madres de la Plaza, el pueblo las abraza!”.
Al descubrir la placa junto a los familiares de Piovoso, Sánchez y Ciancio, el Secretario General del club, Rodolfo Acervi, manifestó que el homenaje pretende “honrar a nuestros deportistas desaparecidos” y, fundamentalmente, “hacerle recordar a todos los que transitan día a día estos jardines que es necesario mantener viva su memoria”.
Por su parte, la Madre de Plaza de Mayo, Elia Espen, a quien Pedro Pianta, de Frente Popular Tripero, le entregó un diploma y una medalla en agradecimiento por su presencia, declaró que “estos actos me emocionan, porque me hacen dar cuenta que en tiempos en los que las cosas se ponen más difíciles hay más gente y más instituciones que siguen haciendo memoria y luchando porque nada de lo que hizo la dictadura se olvide”. “Gracias en nombre de las Madres y nunca dejen de luchar por lo que quieren, eso es algo que siempre me decía mi hijo”, agregó, e incitó a que se sigan promoviendo estas actividades desde el club “para que los más jóvenes tomen partido, conozcan la historia y puedan continuar con las banderas Memoria, Verdad y Justicia”.
También tomó la palabra la integrante de la Subcomisión de Cultura y Museo, Mariana Santamaría, quien remarcó que este es sólo “el puntapié inicial del camino de recuperación de la historia que arrancamos el año pasado y seguiremos incansablemente desde la Subcomisión de Cultura y Museo”. “Seguramente haya más deportistas de nuestro club desaparecidos”, añadió.
Cabe destacar que una vez descubierta la placa se llevó a cabo una charla abierta en la que tomaron la palabra los familiares de los deportistas triperos desaparecidos y los referentes de las distintas organizaciones, así como también el hincha invitado a leer un escrito para la ocasión, Leandro Sessa, quien expresó: “Como club estamos recuperando un perfil social y cultural vital. Es muy importante que este acto suceda porque desarticula la idea que la dictadura quiso construir: que la política y el compromiso social son malos. Sigamos construyendo un Gimnasia comprometido con la realidad, esa es la mejor manera de reivindicar la vida de Antonio Piovoso, Miguel Sánchez y Luis Ciancio, militantes políticos triperos”.
Antonio Piovoso fue un joven arquero que tuvo un breve paso por la Primera del lobo en el Metropolitano del 73. Estudiante avanzado de Arquitectura (UNLP) y militante del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), lo secuestró un grupo de tareas el 6 de diciembre del 77 en una oficina en la que trabajaba y nunca más se encontró su cuerpo.
El tucumano Miguel Venancio Sánchez jugó en las divisiones inferiores del club en la década del 60 mientras trabajaba como empleado en el Banco Provincia. Fue desaparecido el 8 de enero del 78 de su casa de Berazategui. En ese momento de su vida se había convertido en atleta del Club Atlético Independiente y militaba en la Juventud Peronista.
Por su parte, Luis Ciancio fue un estudiante de Ingeniería que también hizo inferiores en el lobo y era un cuadro político del PCML. Si bien no hay precisiones con respecto al lugar de su secuestro, se sabe que fue desaparecido en diciembre del 77. Su cuerpo fue hallado por el equipo de Antropología Forense entre otros 337 en el Cementerio de Avellaneda.
Por Pedro Bressa
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