Después de un sinfín de idas y venidas en la previa del debut de la Copa de la Superliga, de manifestaciones a favor y en contra, las autoridades del fútbol argentino decidieron suspender la competencia. En consecuencia, el plantel de fútbol masculino quedó licenciado hasta el 31 de marzo.
Sin fútbol hasta el 31 de marzo. En principio esta es la fecha que la Superliga puso como límite de la suspensión de la competencia de fútbol argentino. Atendiendo a la necesidad de aislamiento social por el avance del coronavirus, deja de rodar la pelota por dos semanas, aunque puede estirarse un poco más. Nadie sabe qué puede pasar con la evolución de la pandemia.
En este orden de cosas, los planteles de todos los clubes decidieron suspender los entrenamientos colectivos para trabajar de manera individual, cada uno de los futbolistas en sus hogares y bajo un plan de entrenamientos y alimentación preparados específicamente por los profes y los nutricionistas. En contacto, por supuesto, con los cuerpos médicos, ante cualquier síntoma o consulta.
El martes fue la última práctica del plantel tripero, que ya jugó su primera fecha de la Copa Superliga ante Banfield y a puertas cerradas en el Bosque, y que debería prepararse para visitar a San Lorenzo por la segunda fecha del certamen. Nada definido. Todo es incertidumbre.
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