Este fin de semana el Polideportivo fue escenario del rock de nuevo, como en los viejos tiempos, esta vez fueron Los Espíritus los que dieron un show alucinante en calle 4.
El Polideportivo vivió, una vez más, un fin de semana a pura fiesta, descontrol y alegría porque Gimnasia es pueblo, fiesta, carnaval y rocanrol. ¿Qué duda cabe? Anoche les tocó a Los Espíritus. La banda porteña que surgió en 2010 tocó cerca de dos horas. El recital arrancó cerca de las 23 con el tema «Huracanes» del último disco y terminó pasada la 1 de la mañana. Con un varieté de temas de sus tres CDs explotaron la sede tripera alcanzando el clímax de la noche con «Vamos a la luna».
Hubo un momento para el pedido por la aparición de Santiago Maldonado. En realidad más de uno. La banda modificó varios de sus versos para incluir el «¿Dónde está Santiago Maldonado?», a lo que el público respondió con carteles con la misma consigna y la cara del joven desaparecido por la Gendarmería.
Un instante. Una foto. Un recuerdo. Un momento. Muchos momentos. Todos. Una epifanía. Una revelación divina. El Poli desbordó de gente, se respiró música entre las butacas azules y blancas que envuelven la cancha de parquet que fue pisada por cientos de personas ansiosas de rock, pero por donde tantas generaciones de deportistas se formaron, compitieron y se coronaron; en la que tantos socios decidieron los destinos del Club; en la que tantas bandas de rock hicieron vibrar corazones como si de gimnasistas se trataran todos. También fue el elegido para eventos nacionales e internacionales, para la preparación de la Selección de Básquet y para deleitarse con estrellas deportivas.
En el Poli miles de compañeros cantaron y alentaron a las Lobas y a los Gladiadores, el eco puede sentirse. Ahora. Siempre. Los acordes de “Ji-Ji-Ji”, “El Farolito” y “Vasos vacíos” siguen resonando veinticinco años después, como las vibraciones que se sienten en la piel. Esa piel de Lobo que se eriza cada vez que Gimnasia da vuelta un marcador adverso en el segundo suplementario con un triple (in)esperado, o cuando las Lobas meten un bloqueo para convertir el tanto ganador del set.
Los Redondos, Fito Páez, León Gieco, Los Piojos, Los Fabulosos Cadillacs, Molotov, Guasones, Soledad Pastorutti, entre otros; partidos y campeonatos de vóley y básquet; ascensos y descensos; fiestas, galas, asambleas, discusiones, abrazos y festejos; anfitrión de extranjeros y de festividades. Todo en el Poli.
El Polideportivo es patrimonio gimnasista y de la ciudad de La Plata. Calle 4 entre 51 y 53. Ahí está, al lado de la Sede Social. Ahí está el Poli de categoría 78, con muchas remodelaciones para mantenerse de pie. Ahí está el Poli viviente, el Poli que da vitalidad y el que recibe vida de cada corazón tripero.
Ahí está el único Polideportivo de la Ciudad esperando ser habitado por las 3 mil almas que pueden ocuparlo. Ahí está el Poli preparado para el próximo recital: DON LUNFARDO Y EL SEÑOR OTARIO, el 4 de noviembre de 2017. Espera conectar la música con su pueblo, esa música que siempre sonó dentro suyo y hace a la identidad gimnasista, esa Negra Poli, esos negros en el Poli, ese Skay y ese Indio, esos Redondos que son el pueblo y ese pueblo que Gimnasia.
El pueblo y la música lo habitan. La calidez popular barrial se recogerá la próxima cita y se acumulará a la nueva, porque Gimnasia es sentimiento y el sentimiento no se termina. Gimnasia es pueblo y el Poli de todos.
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