Como en el 90 cuando algunos dementes movilizaron a la Municipalidad para exigir el derecho de jugar en su casa, el Juan Carmelo; como en el 56 cuando la dictadura de Aramburu decretó la proscripción del peronismo y la hinchada basurera silbó la “marchita” frente a una parcialidad albirroja que entonaba “Estudiantes y la Marina, lo más grande de Argentina”; como cada 24 de marzo cuando Gimnasia se funde al pedido popular de Memoria, Verdad y Justicia, el martes la gloriosa hinchada tripera se manifestó una vez más y dijo NO al 2×1 a genocidas.
El martes por la noche el Lobo recibió en el Bosque al Ponte Preta de Brasil con la esperanza de conseguir lo que no consiguió: el pase de ronda en la Copa Conmebol Sudamericana 2017. Ya está, lo pasado no regresará. Hay que ganar el sábado que viene. Pero lo destacable fue esa tribuna rebalsada de pueblo, chorreante de dignidad trabajadora; de familia delirante, honesta y leal; movimiento popular e inclusivo, de todos y de todas. Triperos y argentinos como el corazón de Favaloro que late cada partido en el Bosque. Allí el Mundo Tripero decidió colgar banderas con la leyenda: “No al 2×1 a genocidas”.
¿Qué es el 2×1? En el año 1994, el entonces presidente de la República Argentina, Carlos Menem, para descomprimir la situación de las cárceles llenas de presos sin condena implementó la Ley 24.390 que consiste en que cada día que pasa una persona en prisión preventiva se le multiplica por dos y se le descuenta luego de su condena. Ya en el 2001 bajo el mandato del presidente Fernando De la Rúa, esta ley fue derogada y cambiada por la Ley 25.430.
El problema estuvo cuando hace pocos días la Corte Suprema de Justicia aplicó esta ley que está fuera de vigencia en el caso de Luis Muiña, un civil cómplice de la dictadura militar que se encargaba de seleccionar y desaparecer a trabajadores activistas. Este fallo de la Corte se dio con dos votos en contra y tres votos a favor por los jueces Highton, Rosenkrantz y Rosatti. Éstos dos últimos fueron elegidos por decreto por Mauricio Macri.
Por esto miles de personas movilizaron ayer a Plaza de Mayo (y en todo el país) en repudio al fallo de la Corte que habilita el 2×1 para los condenados por delitos de lesa humanidad. Por eso el pueblo tripero “peló” banderas en rechazo de la medida. Porque el Lobo siempre estará del lado de los derechos humanos, de las reivindicaciones sociales y de la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia.
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