Con gol de penal del Chelo Torres, y una atajada inolvidable del Mono Insfrán a un penal polémico, Gimnasia cortó una racha de 20 años sin ganar en el Monumental para soñar con la permanencia. Dos finales por delante. El Lobo sigue de pie. ¡VAMOS GIMNASIA, VAMOS! ZANIRATAZO 🐺
En una noche cargada de tensión, Gimnasia dio el golpe en el Monumental y venció a River por 1 a 0 con gol de penal de Marcelo Torres. El equipo respondió en el momento más crítico y consiguió una victoria que puede marcar un antes y un después en la pelea por quedarse en Primera.
El contexto no podía ser más adverso: cambio de entrenador, derrota en el Clásico, una Asamblea que terminó en escándalo y los triunfos de los rivales directos que lo habían dejado a solo dos puntos del descenso. Sin embargo, el Lobo mostró orgullo, concentración y una entrega que hacía rato no se veía.
En el primer tiempo, River impuso su jerarquía, pero Gimnasia se mantuvo en partido. Faltó claridad con la pelota, pero sobró compromiso para pelear cada pelota.
El desahogo llegó a los 9 minutos del complemento: Merlini fue derribado en el área y el árbitro cobró penal. El Chelo Torres tomó la responsabilidad, ejecutó con categoría y su remate encendió la esperanza. El grito se escuchó en toda La Plata, como una descarga de alivio después de tantas malas.
El final fue de película. El árbitro adicionó nueve minutos y, en el último suspiro, cobró un penal “dudoso” por una falta de Suso sobre Martínez Cuarta. Borja tomó la pelota y todo Gimnasia contuvo la respiración. Y ahí apareció el Mono Insfrán, otra vez el salvador. Le adivinó la intención, voló a su izquierda y detuvo el remate. Silencio en Núñez. Estallido en La Plata: el Lobo ganaba en el Monumental después de 20 años.
El Lobo ganó, sigue con vida y recuperó algo más que tres puntos: la fe. Quedan dos finales —Vélez en el Bosque y Platense en Vicente López— pero esta noche, el corazón tripero volvió a latir más fuerte que nunca.

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