El Lobo perdió un partido que puede costarle mucho

PH: Nicolás Braicovich

Gimnasia volvió a tropezar en el Bosque y ya no hay excusas que alcancen. El Lobo perdió 2 a 1 ante Talleres sobre la hora, en un partido vital por la permanencia, y la preocupación crece. La historia se repite: un equipo que juega mal, que sufre, y que depende siempre de su arquero para no desmoronarse antes de tiempo… y esta vez, no alcanzó.

El partido arrancó torcido desde el inicio. Al minuto, Talleres ya ganaba 1 a 0. El Lobo reaccionó rápido, a los 5 minutos, con un buen gol de Merlini —el segundo con la camiseta tripera, tras aquel en Copa Argentina—, como premio a la búsqueda y al intento de levantar la cabeza. Sin embargo, después fue todo del visitante: Gimnasia volvió a retroceder, se metió atrás y convirtió a Insfrán en la gran figura del primer tiempo.

En el complemento, el equipo nunca pudo sostener la reacción. Talleres dominó y encontró el premio al esfuerzo en el último suspiro: gol a los 48 del segundo tiempo y silencio total en el Bosque. Solo se escuchó el grito desgarrado de la gente: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo.”

Otra derrota durísima. Gimnasia no logra hacerse fuerte en su casa, perdió un partido que lo puede condenar al descenso y sigue siendo una máquina de resignar puntos en el Bosque. Talleres, rival directo, se le puso a solo dos puntos con 12 en juego. Encima, ganó San Juan. Ahora habrá que rezar para que no sumen los demás.

El panorama es oscuro, se viene el clásico en UNO, y el Lobo necesita mucho más que fútbol: necesita reacción, compromiso y pertenencia.

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