A pesar de su corta edad (24), Matías Melluso se transformó en uno de los referentes que tiene Gimnasia adentro de la cancha. Nacido en La Plata y surgido de Estancia Chica, el lateral hizo su debut oficial en 2017 de la mano de Facundo Sava, pero sin antes tener un gran nivel en el torneo de reserva un año antes.
Con el cambio dirigencial y el reordenamiento económico, los nuevos encargados de acomodar la economía del club se vieron obligados a reducir contratos y perder jugadores que habían terminado el campeonato en un gran nivel. El cambio fue rotundo y se pasó a jugar con los más jóvenes del club, algunos con un puñado de minutos y otros haciéndose cargo de la camiseta por primera vez.
Entre los que eligieron quedarse y acompañar a Sebastián Romero en este proceso, estuvo el nombre de Melluso. Un hijo prodigo de nuestra casa y acompañado por lesiones que en su momento le quitaron su prioridad, fue relegado del primer equipo y con ciertos altibajos volvió a estar en consideración, supo acomodarse y hoy se transformó en uno de los titulares indiscutidos.
El color azul y blanco no solo es la camiseta del equipo que lo vio nacer, se transformó en parte de su vida y lo acompañó en un duro momento familiar. “Para mí, Gimnasia es todo. Y el fútbol muchas veces dicen que salva y la verdad que, para estar en mi casa acostado, llorando y pensando por qué ella se fue, hice lo que ella quería que era estar jugando a la pelota y en este club”, declaró post victoria frente a Lanús.
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