Fue uno de los más destacados en el clásico platense y viene manteniendo una regularidad en los últimos partidos. Guillermo Enrique pasó de estar relegado por diferencias con el anterior cuerpo técnico, a volver con Leonardo Madelón y ser uno de los mejores del equipo.
La llegada del ex entrenador de Platense, le dió a Gimnasia aire fresco y la tranquilidad para afrontar este momento tan complicado del club. No solo se volvió a ganar después de once partidos, sino que también le dió al equipo otra manera de jugar cada partido y una hoja de ruta a la hora de salir a la cancha.
Además, otro punto a resaltar es la buena relación que tiene el plantel con el cuerpo técnico. Con Esteban «Tete» González como principal ayudante, Madelón encontró en el ex jugador del Lobo, una persona súper identificada con la institución e indispensable en el día a día de los futbolistas.
El resultado más reciente y uno de los grandes cambios, es la vuelta de Guillermo Enrique al plantel. El lateral izquierdo que estuvo a nada de emigrar a Racing en el anterior mercado de pases, fue relegado por diferentes actos de indisciplina por Sebastián Romero, quién optó por Bautista Barros Schelotto. Una vez asumido, Carol fue claro y pidió por la vuelta del correntino de 25 años. A partir de ahí, fue titular en todos los partidos e indiscutido en el armado del equipo.
No solo fue la figura en 1 y 57, su regularidad en cada encuentro le otorgan al equipo un sinfín se alternativas a la hora de resolver cada partido. Su buena predisposición en defensa y en ataque, lo ponen por encima de otros compañeros que pelean por el mismo puesto.
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