Leonardo Morales pone punto final a una gran etapa en Gimnasia. Tras convertirse en un referente del fondo tripero, el Yacaré se despide con casi 200 partidos y diez goles.
Después de seis años vistiendo los colores de Gimnasia, Leonardo Morales decidió cambiar de rumbo y será refuerzo de Belgrano de Córdoba en las próximas horas. El capitán y referente tripero rescindirá los seis meses de contrato que le quedan a cambio de un resarcimiento económico de parte de la institución pirata. Esta mañana no fue parte de los amistosos con Aldosivi y Renzo Giampaoli ocupó su lugar.
Gimnasia y una noticia que sacudió al plantel a tan solo dos semanas de la vuelta a la competencia oficial. El público tripero amaneció este sábado viendo con asombro la ausencia de Morales del segundo amistoso de la pretemporada porque tiene casi cerrada su salida para sumarse a Belgrano. El central nacido en Entre Ríos tomó la decisión de emigrar del Lobo, dejando vacante un lugar en la defensa que será difícil de rellenar. Al mismo tiempo, puso a trabajar a Alejandro Orfila y su cuerpo técnico, que más allá de tener a Giampaoli como reemplazante natural, deberán evaluarlo.
Proveniente de Santamarina de Tandil, el Yacaré hizo su arribo al Lobo de la mano de Hernán Darío Ortiz en 2019. Con 28 años y la experiencia del ascenso sobre su espalda, se sumó al plantel profesional con el miedo propio de su primera incursión en primera división. Con la número 4 en su espalda, sus primeros partidos lo tuvieron ocupando el lateral derecho de la defensa. Los buenos rendimientos captaron la atención de Diego Maradona, y fue Pelusa quien hizo fuerza para firmar la extensión de su vínculo.
Fue la llegada de Néstor Gorosito su verdadero despegue con la camiseta de Gimnasia. Pipo lo afianzó como central y fue uno de los pilares en su proceso al frente del equipo, una campaña que es muy recordada por los hinchas ya que fue la última vez que se posicionó al Club de mitad de tabla para adelante. Catalogado por él mismo como “el mejor central del fútbol argentino”, el Yacaré se transformó en un gran referente, no solo dentro del campo de juego sino también puertas adentro.
Junto con Sebastián “Chirola” Romero, quien se hizo cargo en una de las etapas más complejas del Club, el ex Patronato acompañó este proceso y fue vital en la adaptación de un montón de chicos de reserva a la máxima categoría del fútbol argentino. El correr de los últimos años lo transformó en un valuarte indiscutido en el ciclo de cada entrenador, y su presencia en el fondo no era una más.
Morales y un apellido que se anota en una linda página de la historia reciente del Lobo. Elige marcharse con 195 partidos en el Club y 10 goles convertidos. Los números hablan por sí solos: una historia de seis años que se termina sin reproches y con la tranquilidad de que dejó todo en cada partido.
Su salida no solo marca el final de un ciclo individual, sino también el cierre de una etapa significativa para el club. Su liderazgo, compromiso y sentido de pertenencia dejaron huella en cada rincón de Estancia Chica. El desafío ahora será reemplazar no solo a un defensor, sino a un verdadero referente dentro y fuera de la cancha.
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