Con gol de Eric Ramírez, el Lobo de Maradona empató 1-1 ante Banfield en el Florencio Sola. Gimnasia jugó más de 60 minutos con diez jugadores tras el polémico fallo de Espinoza que derivó en la expulsión de Nelson Insfrán y un penal para el rival que cambió por gol. Se lleva un punto para La Plata donde el próximo domingo recibe a Central Córdoba.
Once contra once era otra cosa, eh. Esa es la sensación que queda luego del empate en uno ante Banfield en el sur de la provincia de Buenos Aires. Sumada, por supuesto, a la impotencia que genera la impunidad arbitral para perjudicar a un equipo, sin que le tiemble siquiera el pulso.
Expuso Diego Maradona en sus redes sociales: “No sirve de nada planificar los partidos, matarse entrenando, dejar todo en la cancha, ilusionar al hincha, y que nuestra permanencia en Primera la decidan los errores de un árbitro”.
Ayer por la tarde noche en el Florencio Sola, Fernando Espinoza dejó al Lobo con diez hombres tras la expulsión (doble amarilla) de Nelson Infrán por un penal inexistente. Y esto no se trata de subjetividad de un VAR personal, sino de la falta de falta. El golero que en su debut solo jugó 28 minutos, no tocó al futbolista del Taladro, Reinaldo Lenis, como cobró el juez.
Pero la primera amarilla también es exagerada, a los 13 minutos le muestra el cartón por interpretar una demora en su salida.
Fue Alexis Martín Arias quien volvió a custodiar el arco y José Paradela, de lo mejor del Lobo, cedió su lugar.
Así las cosas, Gimnasia tenía que sostener un uno a cero producto de un golazo a los 12 minutos de Eric Ramírez que selló una colectiva formidable entre Tijanovich que llegó hasta el fondo por la izquierda, lanzó el centro, Contín la levantó y el pibe de chilena marcó su segundo tanto en la era Maradona.
Con diez durante más de sesenta minutos, Gimnasia aguantó, e hizo un gran partido donde presionó al rival que no dio pie con bola, y hasta pudo marcar el segundo.
Queda un sabor amarguísimo ante la seguridad de haber sido asaltados a punta de pistola y cara descubierta, la denuncia pública está hecha por parte de Maradona en conferencia, y la multiplicidad de voces mediáticas también coincidieron en el fallo erróneo del árbitro que pese a haber intentado equilibrar el peso de la justicia para ambos elencos, no pudo borrar la mancha.
Ahora se viene Central Córdoba al Bosque, un escenario que le resulta esquivo, paradójicamente, al Lobo de Maradona. Habrá que dejar todo para cerrar el año con una linda despedida en casa.
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