Chirola, Gimnasia y los pibes  

De un arranque un tanto irregular, el Gimnasia de Sebastián Romero y los juveniles del club se acercan a mitad de temporada gozando de buena salud y encontrando una identidad adentro del campo de juego, con jugadores afianzados en sus puestos y con los referentes en un buen nivel futbolístico.  

A principios de año y en la previa del comienzo del campeonato, el Lobo perdió jugadores de la talla de Rodrigo Rey, Agustín Cardozo, Oscar Piris, Brahian Alemán y Ramón Sosa entre otros. Inhibido por deudas anteriores se le imposibilitó la posibilidad de sumar refuerzos y tuvo que empezar a rebajar contratos, a raíz de todo esto, el entrenador que lo llevó a clasificar a la Copa Sudamericana, Néstor Gorosito decidió irse.

Por esta razón y con un club económicamente quebrado, su presidente electo Mariano Cowen, bajó un mensaje a los hinchas y decidió apostar a la cantera. Eligió a Chirola para tomar el mando del plantel y les dio visibilidad a jugadores como Tomás Durso, Ignacio Miramón, Alexis Steimbach, Benjamín Domínguez, Alan Lescano, Ivo Mammini, Felipe Sánchez y Nicolás Sánchez. Además de ir a buscar a aquellos que estaban cedidos a préstamo como Agustín Bolívar, Maximiliano Comba y Franco Torres.  

Sumando Copa Sudamericana, el tripero cuenta con una agenda súper cargada, con seguidillas de partidos y un plantel sin tantos nombres para ir intercalando en cada presentación. Por otra parte, las lesiones se hacen sentir, y algunos jugadores de los importantes deben quedar al margen.  

Con el respaldo de los hinchas, Romero fue encontrando a sus once sobre la marcha, costándole muchas derrotas dolorosas como aquella con San Lorenzo o la eliminación temprana en Copa Argentina con Excursionistas, pero volviendo a ganar un clásico después de 13 años y haciendo festejar a toda una ciudad.   

Ídolo máximo del club y poniendo la cara en este momento tan complejo, bajo el mandato de Chirola Romero, Gimnasia jugó 23 partidos, ganó siete, perdió once y empató cinco. Llegando a mitad de año y con un largo camino recorrido, el balance es más que positivo y no hay dudas que este es el camino a seguir. 

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