Con la mira puesta en el Torneo Clausura y en medio de un contexto complejo tanto en lo deportivo como en lo institucional, Gimnasia se mueve en un mercado de pases lleno de presiones, urgencias y expectativas. Mientras Orfila busca afianzar un equipo competitivo en plena pretemporada, la dirigencia acelera gestiones para sumar refuerzos que estén a la altura.
Gimnasia cerró este sábado una nueva semana de pretemporada en Estancia Chica, enfrentando por la mañana a Aldosivi y dejando atrás su segundo amistoso de preparación de cara al inicio del Torneo Clausura. El Lobo no quiere dejar nada librado al azar y Alejandro Orfila presta atención minuciosa a cada detalle futbolístico, mientras presiona a los dirigentes para la llegada de refuerzos en este movido mercado de pases.
Un mal comienzo de temporada y la acumulación de errores de los últimos años ubicaron al club en una situación crítica en las distintas tablas del fútbol argentino. El desgaste con la gente, la llegada de futbolistas en bajo estado físico y el pobre rendimiento de algunas incorporaciones impidieron que el Tripero pudiera encarar el 2025 con mayor tranquilidad y con la cabeza puesta en clasificarse a una copa internacional.
Con este panorama, y teniendo en cuenta que se trata de un año electoral, los dirigentes encargados de las altas y bajas saben que el ojo del hincha está puesto en cada decisión. Si bien el historial no ayuda, las expectativas están puestas en que esta vez se encare el proceso con mayor criterio, priorizando jugadores con personalidad y condiciones para ponerse la camiseta y competir.
Maximiliano Zalazar es hasta el momento la única incorporación, a poco más de dos semanas del inicio oficial del torneo. Con pase perteneciente a Boca, el extremo llegó tras un paso opaco por Tigre y firmó a préstamo por un año. Aunque sus estadísticas no lo favorecen, Orfila lo conoce bien de su etapa en Barracas Central, donde el jugador mostró su mejor nivel. Ya sumó minutos en el amistoso ante Defensa y Justicia y se perfila para ser parte del equipo inicial.
Mateo Seoane, sin lugar en Vélez y fuera de los planes de Guillermo Barros Schelotto, está próximo a rescindir su contrato y sumarse al Lobo con el pase en su poder. El mediocampista de 21 años tuvo poca continuidad en Talleres, aunque logró ritmo en Rentistas de Uruguay. A pesar de su juventud, no es el volante con liderazgo y presencia que se buscaba inicialmente.
Con la negativa de Godoy Cruz a ejecutar su opción de compra, Juan José Pérez tiene todo encaminado para sumarse a Gimnasia. Apodado el “Messi colombiano”, fue acercado al club por su representante y cuenta con el aval de Orfila. Con paso por la selección juvenil de Colombia y buenos momentos en Deportivo Pereira, Emelec y América de Ecuador, es una apuesta con proyección, más allá de su falta de gol.
Desde el país cafetero también se evaluaron otras opciones. Beckham David Castro, extremo zurdo categoría 2003, fue considerado y se llegó a ofrecer un préstamo con cargo, pero finalmente la operación se cayó. Algo similar ocurrió con Cristian Barrios de América de Cali, con quien ni siquiera se avanzó en las charlas.
En la búsqueda de un volante, el apuntado originalmente fue Fernando Juárez, campeón con Platense. El pase estaba encaminado, pero la llegada del “Kily” González al Calamar desactivó la negociación y obligó al Lobo a buscar alternativas. Entre ellas apareció el nombre de Siro Rosané, aunque solo fue un sondeo preliminar.
La posibilidad del regreso de Cristian Tarragona despertó entusiasmo en los primeros días del mercado, pero el delantero decidió sumarse a Unión, el club de sus amores, tras rescindir con Talleres. Pese a la carencia de gol, por ahora el foco no está puesto en incorporar un nueve clásico, sino en potenciar los extremos. Uno de los pedidos iniciales de Orfila fue Marco Iacobellis, actualmente en San Martín de San Juan, a quien ya conocía también de su paso por Barraca Centra.
Aunque las críticas de los hinchas apuntan al plantel actual, el cuerpo técnico logró mantener la base titular. La única baja fue la de Martín Fernández, por quien no se ejecutó la opción de compra y terminó firmando con Newell’s, tras su salida del Boston River.
Con varios frentes abiertos y un contexto institucional delicado, Gimnasia atraviesa un mercado de pases que puede ser decisivo para su futuro inmediato. La necesidad de reforzar el plantel con jerarquía es tan urgente como el deseo de recuperar la confianza del hincha, golpeado por años de malas decisiones y frustraciones deportivas. En un año atravesado por las elecciones, cada incorporación se convierte en una señal política, y los dirigentes lo saben. Mientras tanto, Orfila intenta sostener una idea futbolística con lo que tiene, esperando que los refuerzos que lleguen no solo eleven el nivel del equipo, sino que también traigan aire fresco a un vestuario que necesita competir y creer. El desafío no es menor: salir del fondo, volver a ser protagonistas y empezar a escribir una historia distinta.
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