Tras la derrota en el clásico y con el futuro deportivo en riesgo, el clima interno se recalienta. La participación del socio el 30 de octubre será vital para marcar el rumbo del club.
Gimnasia vive días oscuros. La derrota en el clásico volvió a dejar en evidencia un presente futbolístico alarmante: el equipo no levanta cabeza, el descenso acecha y la paciencia del hincha está al límite. En medio de este escenario, la Comisión Directiva convocó para el próximo 30 de octubre a la Asamblea General Ordinaria, donde se pondrán a consideración la memoria y el balance del último ejercicio.
El encuentro, que será en el Polideportivo “Víctor Nethol” desde las 18 horas, llega en el peor momento posible: con el equipo en caída libre y un clima interno cada vez más tenso. No se trata solo de un trámite contable; será una cita política clave antes de las elecciones, donde los socios tendrán la posibilidad —y la responsabilidad— de expresar su descontento y exigir explicaciones por la gestión deportiva e institucional.
Mientras el plantel no encuentra respuestas dentro de la cancha, el club parece navegar sin rumbo fuera de ella. Los resultados son el reflejo de decisiones erradas, improvisación y falta de planificación. La Asamblea se presenta entonces como una oportunidad para que la gente de Gimnasia se involucre, participe y haga sentir su voz, no solo desde la tribuna sino también en los espacios donde se define el futuro del club.
El 30 de octubre no será un día más. Será el momento de mirar de frente a quienes conducen hoy al Lobo y pedirles que rindan cuentas. Porque si algo está claro es que Gimnasia no puede seguir así.
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