El DT tripero planteó los cuartos de final como partido de ajedrez, y pese a ser cuestionado, el director técnico Mens Sana enarcó el partido a su gusto, sorprendió a San Lorenzo y se metió dentro de los cuatro mejores equipos de la Copa.
Gimnasia jugó dos partidos en 90 minutos, un primer tiempo memorable y un segundo tiempo donde bajó la guardia y casi se vuelve a La Plata con las manos vacías. Sin embargo, la fortaleza en la defensa y la efectividad en ataque hicieron que el lobo se mantenga con vida.
La clave en el pase a la semis fue el gran planteo del entrenador tripero durante la mayor parte del encuentro. La sorpresa de un equipo con cambios posicionales y de nombre, hizo que los azulgrana no encuentren el rumbo durante los primeros 45.
Alfaro planteó una defensa con Sebastián Gorga de lateral derecho y Facundo Oreja por izquierda, para jugar mano a mano con Cerutti y Blanco, quienes en ningún momento de la primera etapa pudieron gravitar sobre ambos costados. Licht hizo dupla en la mitad de la cancha con Chirola Romero y manejaron los hilos del equipo durante toda la primera mitad.
Ramiro Carrera volvió a su puesto natural, y saldó la cuota de fútbol y gol que sostenía, mientras que la elección de Nicolás Ibañez como la de Vegetti fue la ideal, ambos dieron el aire que el lobo necesitaba arriba en la primera etapa.
En el complemento, Gimnasia resistió, Alfaro vio que no hacía pie luego de la expulsión de Coronel y rearmó la defensa con Licht y Oreja en su posición natural, e Imperiale en el medio del campo dio la mano que Perdomo necesitaba.
La designación de los pateadores de penales fue la justa, los cuatro convirtieron y llevaron al lobo a las semifinales.
Por Lucas Bolosin (@LucasBolosin)
Dejar una contestacion