En el entretiempo del encuentro entre Gimnasia y Racing por la cuarta fecha de la Liga Profesional todo el estadio expresó su apoyo al delantero que se hizo presente con su familia y que estará fuera de las canchas por, al menos, seis meses. ¡Tarra, querido, el Lobo está contigo!
Un momento más que conmovedor se vivió en el Juan Carmelo Zerillo cuando Cristian Tarragona escoltado por sus dos hijos ingresó al campo de juego durante el entretiempo. Es que la lesión del futbolista no solo le pegó a él personalmente, sino que afectó a todo el pueblo gimnasista que estaba sumamente ilusionado con su andar.
Hace mucho tiempo que Gimnasia no gozaba de un goleador con gol. Con goles. Muchos. Por eso dolió el parte médico que confirmo la rotura de sus ligamentos, porque se va a extrañar.
Para que la recuperación sea pronta y con calma, el Lobo lo abrazo en el entretiempo con una ovación de ochava a ochava. Momento más que emotivo en una noche que terminaría en fiesta tripera.
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