
El 6 de octubre de 2022 quedará tatuado en la memoria tripera. Lo que debía ser una jornada de aliento en el Bosque terminó en represión: gases, empujones, confusión… y la policía, con su accionar desmedido, terminó asesinando a César “Lolo” Regueiro.
Lolo, socio vitalicio, de 57 años, estaba con su hija y sus nietos. Intentaba escapar del apriete y la violencia del operativo cuando se descompensó. Lo trasladaron al Hospital San Martín, pero ya era tarde. Lo que ocurrió aquella noche no fue un accidente: fue la consecuencia directa de un operativo que excedió todo sentido común y puso en riesgo a familias enteras.
Hoy, a tres años, la bronca y el dolor no ceden. Mientras el caso va a juicio con tres acusados, la familia y los hinchas seguimos reclamando una verdad que aún no llegó. No queremos eufemismos: la policía nos arrebató a un compañero. Exigimos justicia, medidas reales para que nunca más la cancha sea sinónimo de peligro, y memoria para que Lolo no se pierda entre expedientes.
Lolo vive en nuestras banderas, en cada tribuna, en cada canto. Y mientras haya hinchas que lo recuerden, su grito por justicia será nuestro grito también.
🌿 Lolo presente. Justicia ya.
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