Llegó el día. Después de más de dos meses que se conoce el nombre del nuevo entrenador Mens Sana, es el momento de llevar a la práctica todo lo planificado.
Gimnasia apostó por un cambio radical. Buscó dejar atrás la mediocridad de un resultado a base de suerte, para lograr grandes temporadas debido a edificación en el juego, con una matriz definida y una idea fija: pelota al piso, juego asociado, movilidad y eficacia. No todo cambio es bueno, y todo lo nuevo genera desconfianza pero, si no era ahora… ¿Cuándo?
Sí, es cierto que matriz, plasticidad, plantilla y afición son términos poco usuales para la jerga del fútbol argentino, pero también su idea. La última vez que Gimnasia defendió con tres fue con Troglio. Peleó el campeonato con San Esteban, Goux y Herner. No es lo mismo, obvio, pero ¿por qué no darle la chance a este pibe, si tantas veces se los aplaudió a los Maturana, a los Cocca, a los Cappa?
Basta de la apología al fracaso, basta del conformarse con el «y somos Gimnasia«, «en las malas mucho más«, porque todos saben que la tribu tripera es fiel, es incondicional y por eso tiene que pelear por un club en continuo crecimiento.
La apuesta de esta Comisión Directiva por el fútbol profesional fue clara: reducir el presupuesto del plantel profesional; darle lugar a los juveniles con un plantel competitivo acordé a la institución; incorporar lo justo y necesario sin hacer locuras y, junto con ello, un entrenador jóven con filosofía bielsista. Cumplió a raja tabla con todo. Ahora será el tiempo de la verdad.
Llegó el día. Es el momento de llevar a la práctica todo lo planificado. Si el equipo de Mariano Soso juega como habla…
Por Lucas Bolosin
Ph: Rocío San Pedro
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