Dura derrota frente a Astillero

PH: Javier Genoni.

El Lobo no pudo levantar cabeza ante Astillero, quien se quedó con la victoria en doble suplementario por 90 a 86 en el Poli de calle 4. El equipo de Mauro Tartaglia dio pelea pero no lo pudo cerrar y suma la segunda derrota en el torneo local de la Asociación Platense de Básquet. La mala noticia para el Mens Sana fue la lesión de Juan Pablo Lancieri, quien sufrió un corte profundo en la mano derecha al golpear con la base del aro, producto de esto debió abandonar el estadio para ser atendido.

Tras el salto inicial, Gimnasia se adueñó de las acciones siendo certero en ataque y duro en defensa, para tomar la delantera y, con parcial de 10-0, obligar al entrenador de la visita a pedir minuto a falta de poco más de seis minutos para el cierre. Luego de las indicaciones, el elenco de Ensenada pudo sumar pero la efectividad del Lobo se mantuvo, basado en el juego de Rosende y Monterubbianesi. De esta forma el dueño de casa se quedó con el primer cuarto 19 a 9 con claro dominio.

Para los segundos diez minutos, el Lobo se  mantuvo certero aunque de apoco fue perdiendo contundencia. El equipo de Leandro Marcos ajustó la defensa, lo cual le permitió correr el contragolpe y comenzar a descontar ante un local que empezaba a mostrarse incómodo. La visita siguió con la intensidad hasta igualar el encuentro en 25 y luego con un triple de Freijo, pasar al frente. Pese a esto el albiazul no bajó los brazos y sobre el cierre Acuña le dio la ventaja por la mínima 31 a 30 para ir al descanso largo arriba pero con mucho por mejorar.

A la vuelta de los vestuarios se mantuvo la paridad en el juego, con aciertos y errores de ambos lados. Partido gol por gol se vivía en el Víctor Nethol, con dos equipos necesitados por ganar y que no regalaban nada. Tras algunas discusiones, el encuentro se volvió friccionado y con bajo goleo. Astillero con el correr de los minutos pudo mejorar su ofensiva, repartiendo el balón y así pasar al frente para cerrar el tercer periodo 49 a 48 a su favor.

Para el cuarto final, el Mens Sana se puso firme, defendió duro y con buenas acciones en ataque tomó ventaja en el tanteador 61 a 55 con poco menos de cinco minutos por jugar. Parecía que el Lobo se encaminaba al triunfo, siendo superior y manejando el juego pero los de Ensenada dieron pelea y recortaron la ventaja para poner un final vibrante. A falta de 0’30 segundos el albiazul ganaba 67 a 63 pero un doble de Navazo y un triple de Díaz igualaron el encuentro en 68, tras un simple de Bolatti y con este resultado, suplementario en el Polideportivo de calle 4.

 En el primer alargue Gimnasia apostó al juego de Lancieri, quien se adueñó del ataque albiazul con buenas penetraciones que obligaban a la visita a cortar con falta. Por su parte Astillero no era menos con Navazo como bandera pasó al frente con diferencia de tres puntos pero a poco segundos del cierre, Clúa apareció en el Lobo con un triple para igualar el partido y llevarlo a un nuevo tiempo extra.

Nuevamente la paridad entre ambos equipos, que no daban el brazo a torcer. Luego de un contragolpe, Lancieri sufrió un corte profundo en su mano derecha tras golpear con la parte baja del soporte del aro, producto de esto debió abandonar el estadio y con él, el ataque albiazul. Pese a insistir, Gimnasia se quedó sin resto con Rosende jugando en una pierna, luego de un golpe en el cuádriceps, y con la desesperación de no poder alcanzar al rival. Los de Leandro Marcos mantuvieron la calma y el temple para inclinar la balanza a su favor.

Síntesis:

Gimnasia (86): Bolatti 10; Monterubbianesi (X) 11; Clua 15; Rosende (X) 12 y Fornales 4 (F.I.) Acuña 6; Frecchieri 3; Ramirez 4; Caviglioni; Lancieri 21; Gomis y Espina.

DT: Mauro Tartaglia.

Astillero (90): Díaz 19 (X); Bendel 14; Riente 8; Pujol 18 (X) y Navazo 16 (F.I.) Siles; Varela 5 (X); Mostajo; Alonso; Robador 2 y Celi 3 (X).

DT: Leandro Marcos.

Parciales: 19-9; 31-30 (12-21); 48-49 (17-19); 68-68 (20-19); 74-74 (6-6); 86-90 (12-16).

Árbitros: Darío Castellano – Leandro Pi.

Estadio: Víctor Nethol – Gimnasia.

Por Javier Genoni.

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