Seremos eternos

Un período de expectativa, de espera lógica reina sobre cada gimnasista apasionado por el fútbol. Es incertidumbre prevaleciente ante la llegada del nuevo equipo técnico que dirigirá al plantel, unida con un «total hermetismo» acerca de la información que darían desde los sectores altos de quienes se encargan del fútbol en Gimnasia en relación al mercado de pases. Decisión correcta si las hay. En primer lugar, por una cuestión de seriedad, profesionalismo y funcionalidad de tales operaciones. En segundo, porque no hay que alimentar a la caterva de intentos de periodistas vendehumo que subyace en los medios platenses y capitalinos. Da sinceramente asco la manera en la que inventan cosas, como si eso fuera una rutina, dejando que la gente que aún se alimenta de sus mentiras se crea cosas que lejísimos están de coincidir con los hechos.

«Rinaudo a Boca», «Rinaudo a Racing», «Martín Arias a Racing», «YA SON REFUERZOS». Basta. ¿Qué queremos para Gimnasia por sobre todas las cosas? Un club con las pelotas bien puestas, serio, responsable, consciente de sus limitaciones para ahondar sobre ellas y mejorarlas. Para eso, en relación al armado del plantel para la segunda parte de este año, es absolutamente innecesario entrar en el terreno de «suena tal jugador», «la negociación avanza», «fríocaliente». Eso forma parte del ámbito privado reservado para la negociación y la logística de los dirigentes, el secretario encargado del fútbol, los directores técnicos y los jugadores. Llegamos a un punto (hace rato) en el que la fluidez de la información (si bien positiva para un mayor aprendizaje de una realidad con la que no chocamos cara a cara), ante la necesidad imperiosísima de la primicia y la noticia rápida, se volvió contraproducente en muchos casos en relación al objetivo mismo en cuestión. Los rumores, las mentiras, los periodistas «a los que le llegan datos» me tienen las pelotas llenísimas.

Si no hay información, no hay información, hermano. No tires cualquiera. En un determinado momento, la comisión directiva comunicará sus decisiones al exterior a través de una conferencia, de un comunicado, a partir de una información absolutamente segura: cuando un proceso concluye y se ponen sobre la mesa los resultados de la gestión. ¿No sería poco serio si un presidente, un técnico o un secretario de fútbol sale a decir «queremos que tal jugador cobre menos», «vamos a ir a comprar a tal tipo», «le mandamos un mensaje y no respondió»? Todo lo que alimenta la incertidumbre no tiene sentido si uno realmente tiene una idea en la cabeza en relación a esto y la quiere llevar a cabo con éxito. «Periodistas», abstenerse. Informar cuando no hay qué decir no es «desinformar» (solamente); es mentir.

En fin. nuestro Lobo está arrancando un nuevo proceso. Partiendo desde lo económico, que determina las posibilidades, el margen que tenés para moverte en el medio, creás tu plantel. Absolutamente necesario en un proyecto a largo plazo, la generación de recursos (la campaña de socios es un ejemplo modélico de esto) y el ajuste de la entrada y salida de divisas, con vistas a un club popular y en los barrios, es lo que queremos de Gimnasia. Gran parte de estas cosas está en las ideas de la dirigencia no sólo como plan, sino en la realidad concreta (aplaudamos el Lobomóvil, por ejemplo, o el trabajo de la honorabilísima Subcomisión del Hincha, así como el ajuste de la balanza de pagos tripera).

En cuanto al ajuste (quizás el tema más controvertido), no digo que haya que desahuciar al plantel, al fútbol, la alegría de la gente. Hay que tener, en cambio, raciocinio (y si se me permite, no ser pelotudo haciendo mierda al club con compras y contratos millonarios al re pedo en cuanto al funcionamiento efectivo resultante). Celebro muchísima mayor participación de los socios en los organismos del club (léase sede social, en instancias como las asambleas pero sobre todo, en el día a día, en las filiales, en el trabajo conjunto, etc.). Nos celebro triperos, celebro el amor eterno e incondicional hacia esta camiseta. Celebro todo, Gimnasia, mi amor. Quiero que nos veamos felices. Hacia allá vamos. Siempre convencidos de que todos juntos sí se puede, de que si respiramos Gimnasia, sangramos Gimnasia y mimamos a nuestro club, éste emergerá entre las sombras cual fénix.

Y seremos eternos.

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