Ataladrado

Gimnasia cayó en el Juan Carmelo Zerillo ante el Banfield de Falcioni. Intentó por todos los medios pero no pudo superar al Taladro, que se sigue firme en los puestos de Libertadores. El gol del Lobo, Mauricio Romero.

Cumpleaños 130. Perdieron Talleres y Defensa y Justicia, empataron Rosario Central y Colón. Todo dado para continuar los festejos del 3 de junio. La confirmación de la llegada de Mariano Soso el próximo campeonato y la posibilidad de acortar puntos para la clasificación a la Sudamericana. El Bosque tenía que ser una fiesta pero Banfield se llevó la torta, se guardó los tres puntos en el bolsillo y transformó la alegría en bronca.

¿Jugó mal? No. Con un planteo atrevido, los dirigidos por Martini y Messera fueron en búsqueda del partido. Rendimiento altos por un lado y muy bajos por otro, guiaron la suerte del equipo.

El Taladro comenzó ganando con gol de Renato Civelli a los 45 de la primera etapa, tras un remate en el palo de Brian Sarmiento. Previo a ello, Eric Ramírez de chilena se perdió la apertura del marcador. 0-1.

Todo se hizo cuesta arriba para el Lobo, que no renunció a su idea. Intentó jugar al fútbol, intentó acorralar a Banfield, intentó empatar el partido y por eso llego el gol. 22′ del segundo. Corner para Gimnasia, Mauricio Romero anticipó a todos en el primer palo y vencióa resistencia de Hilario Navarro. En conferencia, Martini señaló que fue jugada preparada. 1-1.

El Lobo, que fue más durante todo el primer tiempo y gran parte del segundo, había conseguido la igualdad transitoria pero no sé quiso confirmar con ello, y fue por la victoria. La dupla interina puso a Contin, y antes de que entre Noble, a los 30′, Cvitanich de cabeza estampó el 2-1.

A barajar y dar de nuevo. Otra vez en desventaja, cuando estaba para el segundo propio que en contra. Los triperos fueron en busca de las tablas con todos los recursos posibles pero el equipo de Falcioni estuvo siempre bien parado.

Gimnasia sumó su sexta derrota en siete partidos. La hinchada despidió al equipo con aplausos mezclados con insultos. Y en el corazón de la tribuna centenario, nuevamente, se escuchó la canción «jugadores haber si nos entienden, ustedes están de paso, nosotros estamos siempre».