Gimnasia ganó en el Monumental tras 20 años y Nelson Insfrán se convirtió en el salvador de la noche: con una atajada histórica y el esfuerzo del equipo, el Lobo mantiene viva la ilusión de quedarse en Primera.
Nelson “Mono” Insfrán fue el héroe de la histórica victoria de Gimnasia en el Monumental. Tras atajar un penal clave en el final del partido —tras nueve minutos de adición y con la decisión cobrada con polémica—, el arquero destacó el trabajo del grupo y la entrega que permitió llevarse un triunfo vital en la pelea por la permanencia.
“Es el trabajo de todos, somos un grupo que se rompe el orto toda la semana, es mérito de todos”, comenzó Insfrán, haciendo énfasis en la fortaleza colectiva del plantel. Recordó además un momento difícil vivido en la semana: “Murió la hermana de un colaborador y en el vestuario el grupo se dijo que lo hagamos por esa persona, y se dio. Es sacrificio de todo el grupo”.
Sobre el penal atajado, el Mono explicó con su característico temple: “Es intuición, elijo un palo y voy, de vuelta salió bien, así que a disfrutar de este triunfo”. Esa atajada le dio a Gimnasia un cierre épico: 1-0 frente a River, después de 20 años sin ganar en Núñez, y con la presión máxima por la situación de descenso.
“Pensamos en nosotros, era un partido clave, nos daban por muertos, y veníamos a una cancha muy complicada con jugadores con jerarquía”, agregó Insfrán, reflejando la magnitud del desafío y el coraje del equipo.
Con esta victoria, Gimnasia no solo sumó tres puntos decisivos, sino que recuperó confianza y moral en la lucha por mantener la categoría. Una noche histórica que quedará grabada en la memoria de todo La Plata y, por supuesto, en la del héroe que voló para atajar el penal: el Mono Insfrán.
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