El Lobo vuelve a recibir un cachetazo desde los escritorios. La FIFA confirmó una nueva inhibición contra el club por una deuda vinculada al pase del uruguayo Matías Abaldo, lo que le impide incorporar refuerzos hasta que salde el monto reclamado.
El reclamo llega desde Defensor Sporting, club de origen del futbolista, por el pago de una cuota de USD 100.000 que quedó pendiente. La dirigencia albiazul había acordado abonar en cuotas, pero el incumplimiento disparó la medida de la casa madre del fútbol mundial. A esto se suma otra cuota de USD 120.000 recientemente vencida, que amenaza con agravar aún más el conflicto.
La sanción significa que, por ahora, el Lobo no podrá sumar caras nuevas en el próximo mercado de pases. Solo si cancela la deuda podrá levantar la inhibición y tener margen de maniobra en la planificación deportiva.
En paralelo, la institución atraviesa un escenario delicado puertas adentro: desde UTEDYC La Plata denunciaron descuentos salariales sobre trabajadores, a los que calificaron como represalias por las medidas de fuerza adoptadas ante los atrasos en los pagos. El gremio ya hizo presentaciones en el Ministerio de Trabajo y no descarta nuevas acciones.
Este nuevo golpe vuelve a mostrar las dificultades estructurales que atraviesa Gimnasia, en medio de la crisis económica y la incertidumbre política de cara a las elecciones. Una situación que preocupa al hincha y que pone, una vez más, en el centro de la escena la necesidad de una gestión ordenada para que el club pueda enfocarse en lo que más importa: el fútbol y la pasión tripera.
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