Tras ocho meses de inactividad por la rotura de ligamentos, Franco Torres volvió a sumar minutos en Reserva y se perfila para viajar a Junín. Su regreso aparece como una de las pocas buenas noticias en medio de la crisis futbolística que atraviesa Gimnasia.
Tras la dura derrota frente a Rosario Central con goleada 3-0 en el Bosque, a Gimnasia se le viene una final ante Sarmiento en Junín y Alejandro Orfila busca recuperar a Franco Torres, el delantero surgido en Estancia Chica que sufrió una lesión ligamentaria y estuvo ocho meses alejado de las canchas. Superadas las diferentes instancias de la recuperación, este martes volvió a disputar minutos en la victoria 1-0 de la Reserva frente a Talleres en Estancia Chica.
Sin buenos resultados para mostrar y con un rendimiento que se viene desplomando partido tras partido, Gimnasia atraviesa una actualidad compleja: apenas logró una victoria en las últimas seis presentaciones y afronta un futuro inmediato ante rivales de peso, en medio de la lucha por no caer en los últimos puestos de la tabla anual, con el riesgo latente del descenso. En ese escenario adverso, la recuperación de Franco Torres representa una gran noticia para el cuerpo técnico.
El extremo había completado una gran pretemporada con Marcelo Méndez al mando y se perfilaba para arrancar el Apertura como titular, pero la rotura de ligamentos lo obligó a frenar durante varios meses. Ya recuperado, la intención de Orfila es llevarlo a Junín y darle minutos este sábado, cuando el Lobo busque los tres puntos que necesita con urgencia para cortar la mala racha.
El regreso de Franco Torres no solo significa la recuperación de un futbolista, sino también la posibilidad de que Gimnasia recupere frescura en ataque. Con su velocidad, cambio de ritmo y capacidad para desequilibrar en el mano a mano, el juvenil puede convertirse en una variante clave para un equipo que viene mostrando pocas ideas ofensivas y una alarmante falta de gol. En medio de una crisis futbolística y anímica, la vuelta del delantero representa un soplo de aire nuevo, tanto para el plantel como para los hinchas que necesitan volver a ilusionarse. Ahora, dependerá de cómo responda en la cancha para transformar esa esperanza en hechos concretos.
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