Mientras Hurtado se recupera, Torres mete presión

La lesión de Jan Hurtado abrió la puerta para que Marcelo Torres se gane un lugar en el once de Orfila. El buen presente del delantero complica el regreso inmediato del venezolano, que apunta a volver tras el duelo ante Lanús.

Las victorias consecutivas frente a Independiente y Godoy Cruz le dieron a Gimnasia la tranquilidad necesaria para afrontar el Torneo Clausura sin la histeria de las primeras semanas tras la reanudación. El Lobo renovó el aire, dejó atrás la incertidumbre que lo alejaba del hincha y comenzó a encontrar su rumbo. Alejandro Orfila supo sobreponerse a las bajas de jugadores que se perfilaban como titulares y terminó de consolidar el equipo tras vencer al Rojo. Entre esos cambios, se destacan la lesión de Jan Hurtado y la positiva irrupción de Marcelo Torres.

Desde su regreso al club en el verano, Hurtado tuvo un breve período de adaptación antes de comenzar a ganarse un lugar entre los nombres principales del plantel. Con Diego Flores en el banco, el delantero venezolano compitió mano a mano con Rodrigo Castillo y cerró la primera parte del año como una de las piezas más importantes en ataque. La venta de “Pomelo” a Lanús le allanó aún más el camino para convertirse en el único punta. Sin embargo, cuando parecía que arrancaba con todo, un desgarro de grado 3 lo marginó de los primeros partidos, y su vuelta se espera recién para después del encuentro ante el Granate.

Ante la imposibilidad de contar con el ex Boca, el cuerpo técnico se vio obligado a mover piezas y sumar una alternativa distinta a un once que parecía salir de memoria. En el debut contra Instituto, el único delantero fue Ivo Mammini; luego, frente a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, el titular fue Norberto Briasco. Finalmente, en la tercera fecha ante el Rojo, el Chano modificó el esquema y apostó por Marcelo Torres junto a Briasco desde el inicio. Una fórmula que dio resultados y se repitió ante el Tomba el último jueves.

Mientras Hurtado atraviesa las últimas semanas de recuperación, Orfila enfrenta la disyuntiva de modificar o no el frente de ataque. El gran presente de los exdelanteros de Boca complica el regreso inmediato de un Hurtado que, en principio, tendría su fecha de reaparición fijada para después de recibir a Lanús el próximo domingo en el Bosque.

Con el Clausura todavía en su etapa inicial, la competencia interna en la delantera de Gimnasia se convirtió en uno de los focos más interesantes del plantel. El presente goleador de Torres, sumado al aporte de Briasco, obliga a Orfila a evaluar si vale la pena tocar una fórmula que viene dando resultados. Hurtado, por su parte, sabe que su regreso no será automático: deberá recuperar ritmo, ganarse nuevamente la confianza del técnico y demostrar que puede ser tan determinante como antes de su lesión.

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