Más de lo mismo

Gimnasia y una dura derrota en el inicio del Torneo Clausura. El equipo de Alejandro Orfila no pudo sacar provecho de un Bosque repleto y cayó frente a Instituto por 1-0 en la tarde de este sábado. Andrés Merlos fue el árbitro y Germán Delfino estuvo en el VAR.

Pasaron poco más de dos meses para que el hincha vuelva a encontrarse con el equipo en el Bosque; la última presentación en casa había sido el 4 de mayo con la victoria frente a Platense. Una semana más tarde, y en San Nicolás, Gimnasia cerró la primera parte del 2025 quedando eliminado de la Copa Argentina frente a Central Córdoba de Rosario, lo que también derivó en la salida de Diego Flores. Tras esto, el plantel se tomó vacaciones e inició la pretemporada con Alejandro Orfila al mando a finales de mayo, con unas seis semanas de preparación por delante.

Luego del tumultuoso final, el objetivo de los dirigentes era armar un equipo competitivo para salir rápidamente de la lucha por no perder la categoría. El tiempo pasó y fue consumiendo cada uno de los días de trabajo en Estancia Chica, hasta que llegó la hora de volver a la cancha. Una vuelta donde el hincha esperaba una imagen totalmente distinta, con nombres que le permitieran volver a sentirse identificado y ver una luz de esperanza. Para sorpresa de la mayoría, nada de esto sucedió y la decepción fue más fuerte que el entusiasmo. El equipo fue totalmente predecible, con demasiada lentitud y atado al murmullo de la gente.

Lejos de aprovechar el protagonismo que otorga el simple hecho de jugar en condición de local, Gimnasia volvió a encontrarse con sus mismos errores y se vio sometido ante un rival que fue más, que tuvo la pelota e hizo figura a Nelson Insfrán. Los de Orfila protagonizaron una película de escenas repetidas: no tuvieron reacción de tres cuartos para adelante y carecieron de una voz de mando que les permitiera tomarse una pausa en el medio y llegar con claridad al arco de Manuel Roffo. Más allá de que hayan sido apenas los primeros 90 minutos oficiales después de 60 días de inactividad, no hay indicios de mejora, y eso es lo que genera preocupación en la actualidad.

Con Maximiliano Zalazar y Jeremías Merlo como extremos, Gimnasia logró generar las pocas aproximaciones claras del partido en el primer tiempo. Junto con Ivo Mammini, los atacantes del Lobo lograron inquietar al exarquero de Boca y lo hicieron volar para la foto. Tras esos embates, la pelota quedó en poder de la Gloria, que supo ganar la batalla en la mitad de la cancha y, a fuerza de ganas, fue metiendo al Lobo cada vez más cerca de su arco. Así, después de varios intentos, Álex Luna aprovechó la libertad en la medialuna del área y clavó la pelota en un ángulo, dejando sin reacción al Mono Insfrán.

El complemento llegó, y con él, la desesperación por salir a buscar el empate. Los de Córdoba, mientras tanto, le cedieron la pelota al Lobo, esperando el momento justo para meter la contra y quedar mano a mano con Insfrán. Más allá de los cambios de Orfila y el empuje hacia adelante, a Gimnasia le volvió a ganar la resignación, y a los hinchas, el hartazgo. No solo no transmite nada, sino que tampoco da la sensación de haberlo intentado. Lo cierto es que hoy estuvo demasiado lejos de quedarse con un punto, y la noche se cerró con el repudio generalizado de un estadio repleto.

La derrota ante Instituto no solo marca un mal comienzo en lo estadístico, sino que también profundiza una sensación general de estancamiento. Pasan los entrenadores, se renuevan los nombres, pero la imagen del equipo sigue siendo la misma: frágil, sin identidad y con escasa rebeldía para cambiar su suerte. El Bosque, que volvió a vestirse de fiesta con la esperanza de un nuevo comienzo, terminó siendo testigo de otro capítulo frustrante en una historia que se repite.

La preocupación va más allá del resultado: el equipo no da señales de evolución y continúa anclado en los mismos errores de siempre. Sin un conductor claro en el mediocampo, con poco peso ofensivo y una defensa que sufre más de lo que resuelve, Gimnasia no logra encontrar respuestas dentro de la cancha. Y si bien todavía queda todo el torneo por delante, el margen de error es cada vez más chico y la necesidad de sumar puntos se vuelve urgente.

Orfila tiene la responsabilidad de reaccionar rápido. El contexto no permite especulaciones ni procesos largos. La urgencia se impone por encima de todo y el equipo necesita respuestas inmediatas. Porque, si bien el campeonato recién comienza, el Lobo ya juega finales todas las semanas.

Síntesis del partido.

Gimnasia (0): 23- Nelson Insfrán; 15- Juan Pintado, 4- Renzo Giampaoli, 6- Gastón Suso, 14- Pedro Silva Torrejón; 5- Facundo Di Biasi, 36- Nicolás Garayalde; 43- Maximiliano Zalazar, 10- Alan Sosa, 24- Jeremías Merlo; y 29- Ivo Mammini. DT: Alejandro Orfila.

Instituto (1): 28- Manuel Roffo; 2- Juan Franco, 31- Gonzalo Requena, 6- Fernando Alarcón, 21- Elías Pereyra; 14- Francis Mac Allister, 34- Stéfano Moreyra, 19- Gastón Lódico; 22- Damián Puebla, 10- Álex Luna y 7- Nicolás Cordero. DT: Daniel Oldrá.

Árbitro: Andrés Merlos.

VAR: Germán Delfino.

Estadio: Juan Carmelo Zerillo.

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