Sin referentes en el equipo

Gimnasia inicia el Torneo Clausura con un equipo renovado y sin varios de sus referentes recientes. Con las salidas de Morales y De Blasis, y con Lucas Castro relegado al banco, Orfila apuesta por nuevas caras para revertir la imagen y recuperar el vínculo con la gente.

A poco más de un día para el debut de Gimnasia en el Torneo Clausura, Alejandro Orfila ya definió el equipo que recibirá a Instituto este sábado en el Bosque. Una alineación que se viene consolidando desde los amistosos de pretemporada y que ya no incluirá a nombres que supieron llevar la cinta de capitán y fueron símbolos del plantel, como Leonardo Morales y Pablo De Blasis. Aunque todavía pertenece al club, Lucas Castro —el tercero en asumir ese rol protagónico— será suplente, ya que fue desplazado por Alan Sosa.

Gimnasia arrastra una sucesión de procesos sin una identidad definida y lejos de los resultados que lo posicionen en la parte alta de la tabla. Desde la salida de Néstor Gorosito, el equipo no logró encontrar la regularidad necesaria que entusiasme al hincha y lo haga soñar con un futuro de logros. El desgaste con el público es notorio, y si bien los principales cuestionamientos fueron hacia la dirigencia, el plantel —especialmente los más experimentados— cargaron con gran parte de las críticas.

La salida repentina de Marcelo Méndez, a dos fechas del inicio del Torneo Apertura, y el frustrado ciclo de Diego Flores, que apenas duró 12 partidos, fueron el anticipo del estallido del Bosque en el último encuentro como local. El hartazgo y la desaprobación generalizada marcaron el arranque de la pretemporada en Estancia Chica. Orfila asumió con la mochila de revertir la imagen del equipo y sacarlo de los últimos puestos de la tabla anual lo antes posible.

Leonardo Morales, con 195 partidos y casi seis temporadas vistiendo la camiseta tripera, se había ganado el respeto y la confianza para ser una referencia en la defensa. Si bien fue parte de los malos momentos, su salida generó sorpresa, ya que pocos esperaban esa decisión a tan poco del reinicio de la competencia. El Yacaré se fue a Belgrano de Córdoba, dejando vacante la capitanía.

Las lesiones y la falta de continuidad marcaron el paso de Pablo De Blasis por el Lobo. Dueño de la “10” y figura apenas volvió de Europa, se ganó el cariño del hincha, pero con el tiempo su rendimiento decayó. Sus ausencias en partidos clave cambiaron el respaldo por cuestionamientos. El 2025 fue un año negativo para él: quedó vinculado a la salida de Méndez y no logró recuperarse. Ya en la pretemporada, Orfila le comunicó que no lo tendría en cuenta, y De Blasis rescindió su contrato antes del cierre del mercado.

Lucas Castro, autor del primer gol en el último clásico ante Estudiantes, es el último líder de ese tridente. Aunque sigue vinculado al club, el técnico decidió relegarlo al banco de suplentes para el debut ante Instituto. Lo evaluó en los entrenamientos, incluso como titular, pero finalmente se inclinó por Alan Sosa.

Este sábado, en la vuelta al Bosque, será el momento de ver cómo se adaptan todos estos cambios. El Lobo recibirá a Instituto con la necesidad de encontrar en los juveniles la capacidad de reemplazar a referentes, como Morales en la defensa y De Blasis en la creación. Con Gastón Suso como compañero de zaga, el Pata tomará la posta y será una pieza clave para lo que viene.

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