Esta tarde en la cancha de Newell’s, Gimnasia logró imponerse en el desempate frente a Colón y se aseguró una temporada más en primera división. Nicolás Colazo marcó en el final del primer tiempo y Nelson Insfrán se consagró como la figura sacando una pelota increíble los últimos minutos.
En un estadio colmado y al ritmo de su gente, Gimnasia recuperó la memoria a tiempo y se quedó con la victoria frente a Colón, quién descendió a la Primera Nacional. Sin brillar ni tener de sus mejores tardes, el equipo de Leonardo Madelón logró concretar las pocas llegadas que tuvo y terminó llevándose la final de esta tarde.
Con los once protagonistas metidos al máximo, Gimnasia disputó un partido correcto en todas sus líneas y mantuvo la concentración hasta el final. Lejos de ser un trámite, el plantel supo tener en su espalda la presión de sus hinchas y respondió tal y como se esperaba.
Después de la euforia y la felicidad de haber logrado el objetivo, el análisis en el armado del equipo fue positivo. Los cambios dispuestos por Leonardo Madelón en la previa funcionaron y dieron que hablar en el desarrollo del juego. El ex Unión volvió a estar en un gran nivel y el nacido en Clorinda el principal responsable de terminar con el arco en cero.
Un puño apretado al finalizar el partido, un suspiro profundo de alivio y el final de semanas consecutivas de sufrimiento. Después de caer en los últimos dos partidos, el Lobo salió a jugar sin depender de otros resultados y marcó la cancha desde el primer minuto. Sin demasiado fútbol, pero con los dientes apretados, los futbolistas salvaron al Club del descenso y terminan la temporada pensando en la Liga de 2024.
El desahogo de estar al borde del abismo no debe tapar las decisiones que se tomaron que dañaron al Club y lo empujaron hacia esta instancia. Los errores propios de una gestión que tiene que explicar el desmantelamiento del plantel profesional, la falta de reacción ante los fallos arbitrales y acciones institucionales que dejaron más dudas que certezas.
Dejar una contestacion