Leonardo Madelón se volvió a poner el buzo de entrenador en Gimnasia y en la tarde del miércoles dirigió su primer partido de su segundo ciclo al frente del club. Así como en el 2008, vuelve a decir presente en una situación de urgencia vinculada al descenso y arrancó con el pie derecho, luego de la victoria frente a Vélez.
Situados un día antes del choque ante el elenco de Liniers, Gimnasia llegaba a este partido después de caer ante Independiente y de la renuncia de Sebastián Romero. El club entró en unos días de revolución y mucho hermetismo en cuanto a su futuro en la Copa de la Liga. Sin mucho tiempo que perder, desde la dirigencia acordaron la llegada de Madelón y desde ese entonces trabajó con el primer equipo en Estancia Chica.
Con un rival directo en frente y la obligación de ganar, el Lobo salió al campo de juego y como viene sucediendo en los últimos partidos, Vélez se puso en ventaja y recibió un duro cachetazo en el primer tiempo. En el complemento, Leo Carol metió mano en el equipo y cambió el trámite del juego. La entrada de Matías Abaldo llenó al conjunto tripero de recursos en ataque y en tan solo minutos paso a ganar el partido.
El buen rendimiento de Guillermo Enrique terminó de darle la razón al ex entrenador de Unión, que apostó por él cuando ni siquiera se entrenaba en el primer equipo. Es otro de los grandes puntos a favor del cuerpo técnico en lo que de a poco se va transformando en el nuevo Gimnasia. Además, su llegada cambió las energías en Estancia Chica, un borrón y cuenta nueva para encarar lo que queda del año.
Huracán será el próximo rival del Lobo, y es otro de los que está en la misma lucha y tendrá que visitar en el Tomás Adolfo Ducó. El Globo es un equipo totalmente diferente y más allá de que falta para saber el planteo, Madelón arrancó con pulgar hacía arriba y en Abasto se entrenará de otra forma.
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