El Lobo ganó. Gustó en el primer tiempo, se tiró atrás en el segundo pero volvió a sumar de a tres e ilusiona. Mauricio Romero, Alexis Martín Arias y Nicolás Mazzola los mejores.
Alexis Martín Arias (7): Seguro con las manos y con los pies. Siempre bien parado y firme saliendo a cortar centros. Una garantía bajo los tres palos.
Facundo Oreja (5.5): Alternó buenas y malas. Negociar el sacrificio no pasa por su mente pero falta la cuota de ataque.
Mauricio Romero (8): El mariscal de la defensa. La voz de mando. Ordenó a Guanini y fue una muralla en cada envío aéreo. Pasó al ataque y le faltó una mínima cuota de suerte para estampar el 2-0.
Manuel Guanini (6): Correcto partido del central. La voz de mando de Romero lo ubica en el terreno de juego pero no logró estar firme en el mano a mano. El referí le anuló un gol.
Lucas Licht (6): Muy flojo en el primer tiempo. Con la entrada de Lobos levantó mucho el nivel y terminó siendo uno de los mejores.
Fabián Rinaudo (6.5): El motor del medio campo. Siempre bien parado. Cuando el equipo defendió bajo el nivel, cuando buscaba atacar y perdía el balón en terreno ajeno se encargó de cortar con tras y recuperar pelotas.
Lorenzo Faravelli (7): El socio ideal para Fito. Siempre fue la opción del primer pase y entregó siempre la pelota redonda. Además, le dió la asistencia a Mazzola en el gol.
Ramiro Carrera (6): Le falta pero comenzó a levantar el nivel. Tuvo dos claras pero Chiarini y la mala fortuna no le permitieron pegar el primer grito de gol en la institución.
Brahian Aleman (6.5): Siempre intenta jugar. Cuando no se puede, corre y mete. En los momentos difíciles se cargó al hombro el equipo y le dio aire al sostener la pelota.
Nicolás Ibáñez (5): No fue el Ibáñez del semestre pasado. Le falta para volver a marcar la diferencia que marcó en primera pero la esperanza está intacta de que vuelva a meterla. Son sólo malas rachas.
Nicolás Mazzola (7.5): Dos partidos en uno. Antes del gol, desaparecido. Gran diagonal y mejor remate para enviar el balón al fondo de la red. Luego, tomó confianza, aguantó la pelota y se metió en el juego albiazul. No merecía salir.
Lucas Lobos (7.5): Magia, elegancia y respeto por el buen fútbol. Entró y encendió tanto a la tribuna como al equipo. «El lujo es vulgaridad» dice un cantante, sin embargo, son los lujos más lindos que vimos.
Mauro Matos (5): No pudo meterse en el partido. El equipo no lo acompañó tirándose atrás en los últimos minutos.
Luciano Perdomo (-): Jugó pocos minutos
Por Lucas Bolosin / @LucasBolosin
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