La despedida de un grande

En una noche muy emotiva y de altísimo nivel como su carrera, Nico Gianella le puso un broche de oro a su etapa como jugador de basquet profesional en el Polideportivo del Lobo.

Como un pibe se retiró. Con la frescura y desfachatez de la juventud que lo hizo brillar en cada cancha. Con la entereza y madurez que enfrentó cada obstáculo en su carrera y en su vida. Ahí, en el Poli que lo vio crecer desde su debut en el 94, estaba Nico. Como un pibe. Como un nene cumpliendo un sueño. Tirando al aro de cualquier ángulo, con amigos, familiares y triperos en todas las plateas y tribunas. Arriba también.

Lo abrazó un Polideportivo que, repleto de pasión y calidez, observó los movimientos del más talentoso del básquet platense y uno de los más grandes talentos que pisaron una cancha argentina en las últimas décadas. No hubo nadie que no se preguntara ¿por qué se no juega un poquito más?

Diecinueve puntos, siete asistencias, tres robos y dos rebotes en casi 37 minutos fueron los números de su última planilla profesional en el mes de abril. Un talento supremo que, como tal, necesitaba un partido despedida como ayer. Con su gente y en el club de sus primeros pasos, su formación y sus alegrías más grandes.

Nico. El Mago. El pibe de 45 años. Fue el anfitrión de una jornada de lujo exhibiendo su altísimo nivel deportivo y humano. Lo acompañaron Alejandro Montecchia, Carlos Delfino y Gabriel Fernández, tres de los campeones olímpicos Atenas 2004. Además, estuvieron presentes Juan «Pipa» Gutiérrez y Leandro Palladino, integrantes de la APdeB (Asociación Platense de Básquet de La Plata) y de la Comisión Directiva Tripera encabezada por Mariano Cowen.

La gran noche organizada por el grupo «Adiós al Pibe eterno» contó también con la participación de los futbolistas Alan Lescano, Nacho Miramón, Diego Mastrángelo, Lolo Lavallen, Topo Sanguinetti, Mariano Messera y Oscar Olivera. Se jugó un picadito de fútbol con Gianella, y luego al basquet con los más jóvenes del fútbol.

Él decidió decirle adiós a su etapa como enorme basquetbolista en el club de sus amores: Gimnasia y Esgrima La Plata. En una noche muy emotiva el pueblo gimnasista le dijo: «hasta luego, Nico, te estaremos esperando».

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